F. M. Romero. El golpe era esperado, pero no por ello ha sido menos demoledor. Todas las previsiones económicas parecen quedarse cortas: Málaga es la segunda provincia de España, tras Sevilla, en la que, según datos del Ministerio de Trabajo, con mayor virulencia ha aumentado el número de parados. La crisis del COVID-19 y las medidas adoptadas para enfrentar la pandemia han hecho que la provincia malagueña arranque abril con 30.234 personas paradas más. Así, Málaga cierra marzo con 183.720 desempleados tras un incremento histórico.

Estos 30.234 nuevos parados registrados en Málaga son un 19,7% más que en febrero y representan el 10% del total de aumento de parados en España.

Se esperaba un mazazo y el grueso del golpe ha recaído en la Costa del Sol, donde el cierre de la actividad económica los últimos 15 días de marzo ha sido muy duro: Málaga también es la segunda provincia española con mayor descenso porcentual de afiliados a la Seguridad Social, un 7,89%, solo superada por Cádiz (-8,29%).

El sector servicios, predominante en la provincia, ha determinado que este aumento sea tan acuciado. Cerrar los negocios de hostelería y la práctica totalidad de comercios y empresas ha hecho que se hayan ido al paro 21.917 personas en el sector servicios; 5.883 en la construcción; 1.111 en la industria y 568 en la agricultura.

Comunidades
Andalucía se coloca así en cabeza de las comunidades más afectadas, con 138.569 parados más, el 45% del total nacional: casi uno de cada dos nuevos desempleados en España se encuentra en nuestra comunidad.

En otras comunidades la crecida ha sido también significativa, pero algo más contenida dadas las circunstancias. Por ejemplo, en Madrid el paro ha crecido en 10.864 personas, en Barcelona en 16.708, y en Valencia, 17.876 parados más.

En el cómputo total nacional, en España en marzo se han destruido 833.979 empleos y el paro registrado aumentó en 302.365 personas, siendo el número total de más de 3,5 millones. Esta es la mayor subida del desempleo de la historia.

Además, se ha de tener en cuenta que estas cifras no tienen en cuenta los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que se han llevado a cabo, ya que los trabajadores que han sufrido esta medida siguen figurando como cotizantes de la Seguridad Social. Esto hace vaticinar un mes de abril que se comporte aún peor si cabe en cuanto al empleo si se mantiene paralizada la actividad económica.

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