El pasado sábado uno de estos animales atacó a dos perros pequeños y a su dueña. Uno de los canes murió por las heridas. El animal, de la raza dogo argentino, estaba suelto y sin bozal. El consistorio quiere que “episodios como este no vuelvan a suceder”, ha señalado el concejal de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Antonio Sánchez Peña.

Desde la concejalía se recuerda a los propietarios de este tipo de perros que deben cumplir todos los requisitos que marca la ley y “extremar las medidas de seguridad. En ningún caso, los animales pueden pasear sueltos y sin bozal”, anunció Sánchez Peña, quien aseguró que “las conductas incívicas de los propietarios de estos perros perjudican al resto de los vecinos”

Por ello, el Ayuntamiento insta a estas personas a que “inscriban a sus animales en el registro municipal y que tengan de toda la documentación necesaria en regla, como marca la ley”, afirmó el edil.

Además, la Policía Local extremará el control de estos animales y de sus propietarios. Doberman, Rottweiler, Pit-Bull o Bullmastiff y sus cruces son algunas de las razas de perro consideradas por la ley como potencialmente peligrosas.

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