Beatriz Martín. Tras el levantamiento de los cadáveres, los investigadores se decantan por la hipótesis de una sobredosis como la causa de la muerte de las dos personas de nacionalidad finlandesa halladas ayer en el Bajo I del bloque de la calle Río Retortillo de Las Lagunas. Pese a ello, y hasta que no se tenga el informe de la autopsia, también se contemplan otras teorías como un suicidio pactado.

La Guardia Civil localizaba en la mañana del jueves los dos cadáveres en el interior de la vivienda. Los agentes acudían a ella alertados por los vecinos, que llamaron a la Policía Local “por el mal olor” que salía del inmueble. Una vez en el interior de la casa, las fuerzas de seguridad descubrieron los cuerpos sin vida de un varón de, aproximadamente, 45 años, y de una mujer de unos 23.

“Desde el pasado fin de semana, veníamos oliendo mal, como a podrido”, manifestaba una vecina, Azahara Carmona, quien añade que “creíamos que alguien se había dejado la basura en casa, no nos esperábamos para nada lo ocurrido”.

Otros vecinos de la zona, aseguran que “al ver a la Policía Local y a los Bomberos, creímos que era un incendio”, apunta Laura Viso, “para nada nos pensábamos que había dos cadáveres en el bloque”.

No obstante, los testimonios de los vecinos abren un nuevo escenario para la investigación. Al principio, se pensó que los fallecidos eran pareja, sin embargo, según varios residentes, la chica llevaba un tiempo viviendo en el piso, pero no lo había arrendado con el fallecido, sino con su novio, que tiene una edad similar a la de ella. Así, lo mantiene otra vecina de la zona, Ana Garrido, que asegura conocer de vista a la pareja. “Los dos eran muchachos jóvenes, y más o menos de la misma edad. Yo les veía subir y bajar por la calle, en el supermercado… Por lo que el cadáver varón no era su novio, ya que dicen que era mayor”.

Este joven no ha sido localizado aún, pero un vecino, el que dio la voz de alarma, asegura que el miércoles fue visto entrando al edificio. Dado el estado de descomposición de los cuerpos, las víctimas ya debían de estar muertas cuando él accedió a la vivienda.

Del caso se ha hecho cargo ahora la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Benemérita con ayuda de los compañeros del Servicio de Criminalística.

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