Es un viejo refrán, como casi todos, cargado de sabiduría popular: la necesidad agudiza el ingenio. Pero cuando el ingenio viene acompañado de responsabilidad, podemos afirmar que nos movemos en el campo de la genialidad.
No se pierdan, en estas mismas páginas, el artículo de opinión firmado por el concejal de Hacienda de Mijas. Nada menos que sustituir la forma en que se puede recaudar el impuesto de circulación de vehículos, por el que todos salimos ganando, salvo, aquellos que hicieron no de la necesidad, sino del negocio, un ingenio perverso. No anda descaminado el señor Bravo cuando diseña la medida.
Muchas de las empresas del sector automovilístico registran sus vehículos en poblaciones donde este impuesto tiene un valor muy bajo. Hablamos de flotillas importantes. Todo un fraude por el que se elude pagar ahí donde se produce la necesaria construcción de nuevas calles y aceras, así como la reparación de las ya existentes, favoreciendo otros pueblos que en la práctica apenas si tienen circulación en sus calles, por tener los vehículos justos y cabales, en proporción al número de habitantes. Bien hará el buen concejal en no atender la hipotética llamada de teléfono que le hará su correligionario de Riogordo (Málaga), por citar un ejemplo.
El pleno del sábado 25 aprueba una ordenanza que elimina trámites burocráticos a la hora de abrir determinados establecimientosLa burocracia siempre ha sido un escollo que imprime lentitud al desarrollo económico. Tal vez, se creó, por lo que decíamos antes, para evitar el ingenio perverso. La cuestión es que debe ser una herramienta al servicio de la administración y del ciudadano, no rémora insoslayable. El pleno del sábado 25 de febrero aprueba una ordenanza que elimina trámites burocráticos a la hora de abrir determinados establecimientos, hecho que, indudablemente, favorecerá la actividad económica en Mijas.
No se trata de eximir de la posesión de documentos necesarios y que garantizan el bien común (volvemos a la burocracia por mor del ingenio perverso), sino de confiar en la voluntad de los empresarios de que van a obtenerlos; tiempo habrá más adelante de “arreglar el papeleo”. Ahora, se trata de agilizar los trámites mediante la declaración responsable del interesado. Interesado en abrir cuanto antes y generar beneficios y empleo.
Un municipio como Mijas, que vive del turismo y que aspira a ser conocido por su excelencia, entiende que su urbanismo debe ser la joya de la corona que poder mostrar. Para ello, nada mejor que mantener bien acicalados y apuntalados los edificios blancos que hacen que miles de turistas recorran las calles de nuestro pueblo.
Aquellas viviendas que sobrepasen los 25 años estarán obligadas a pasar una inspección técnica de edificios, la ITE; similar a la ITV de los coches, algo que hemos asimilado como normal en nuestras vidas, por la seguridad que representa en la carretera, para salvaguardar precisamente eso, nuestra vida. En el caso de viviendas, la de sus moradores en primer lugar.
Al principio nos costará asumirlo, pero no podemos arriesgarnos a que fachadas de edificios enteros puedan aplastarnos, ni tampoco a que un hipotético y paulatino deterioro acabe por espantar al turismo. Mijas quiere y debe ser un municipio responsable para alcanzar esa necesitada excelencia.
Su Excelencia, la Princesa María Luisa de Prusia, Condesa de Schönburg, y presidenta de la Asociación Antisida Concordia, nos ha visitado. Su encuentro con el alcalde, Ángel Nozal, se produce como consecuencia del inicio de la realización de pruebas de detección precoz del VIH (el conocido comúnmente como SIDA), en las dependencias municipales del Centro de Formación y Empleo de Las Lagunas.
Sin duda alguna, una visita excelente para impulsar el ingenio de los encargados de investigar sobre esa mortífera enfermedad, para lanzar la marca ‘Mijas’ allende nuestras fronteras y para fomentar el empleo.
La suma de todas ellas, y otras que no caben en un solo papel, hacen una filosofía responsable.
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