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Sábado 23/11/2024

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Aclarando términos: hernia, protusión y otros misterios

De vez en cuando llegan pacientes asustados con diagnósticos que no acaban de entender, imaginándose una vida llena de dolores, sin hacer las cosas que normalmente hacen o les gustaría hacer.

De vez en cuando llegan pacientes asustados con diagnósticos que no acaban de entender, imaginándose una vida llena de dolores, sin hacer las cosas que normalmente hacen o les gustaría hacer. Muchas veces es la falta de información clara lo que provoca en estas personas ese miedo y sufrimiento.

Es cierto que los profesionales de la salud tenemos una tendencia a desdramatizar todo lo relacionado con los problemas de salud de nuestros pacientes y, por este motivo, a veces no damos suficientes explicaciones o informaciones. Me gustaría verter algo de luz sobre algunos de esos diagnósticos que atemorizan a nuestros pacientes y, para ello, inicio esta serie de artículos para aclarar “términos misteriosos”.

Todo lo relacionado con columna vertebral da “mucho susto” y por eso nos centraremos en algunos términos que atañen a esta parte tan importante de nuestra anatomía. Haremos primero un breve recuerdo anatómico: nuestra columna está formada por una serie de vértebras, entre las cuales se disponen a modo de almohadilla los discos intervertebrales.

Estos discos tienen la función de amortiguar y repartir la carga que soportan nuestras vértebras al movernos y coger peso. Tienen un núcleo central y un anillo cartilaginoso que rodea al núcleo. Por la parte posterior del cuerpo de la vértebra y del disco se encuentra la medula espinal y de ella surgen las raíces nerviosas que se dirigen hacia los miembros a través de orificios formados por las partes posterior y lateral de las vértebras.

Los ligamentos y musculatura dispuestas alrededor tambien protegen nuestra columna y medula espinal. Empezaremos con las lesiones discales:
Discopatía. Se refiere a cualquier lesión que afecte a un disco intervertebral. Hay diversos tipos.Fisura: cuando se rompe el anillo fibroso y parte del núcleo se desliza por esa fisura, pero no existe desplazamiento del disco fuera de su sitio.

Protusión: cuando el anillo fibroso se desplaza empujado por el núcleo. Puede entonces comprimir la médula espinal. Si el núcleo se rompe y parte de su contenido sale, hablaremos de hernia de disco. La manifestación de estas lesiones varía mucho de una persona a otra. Podemos vivir con varias protusiones y no tener ningún síntoma doloroso o podemos sufrir una herniación que nos provoque dolores constantes y falta de sensibilidad y/o fuerza en alguno de nuestros miembros.

El tratamiento irá encaminado a la Higiene Postural, la farmacología para el dolor y la inflamación, el tratamiento fisioterapéutico para disminuir el dolor, aumentar la flexibilidad y potenciar la musculatura a través del ejercicio terapéutico dirigido. En ocasiones será necesaria la intervención quirúrgica para eliminar la hernia discal.

En la mayoría de los casos, el que una discopatía tipo fisura o prolapso degenere en una insufrible hernia de disco, dependerá fundamentalmente del estilo de vida del paciente. Si aprendemos a adoptar buenas posturas, a trasportar pesos de forma ergonómica y a hacer un ejercicio moderado, ayudaremos a nuestros discos a “no tener que salirse de su sitio”.

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