La jornada estaba dirigida a arquitectos, ingenieros, técnicos del sector y empresas promotoras, aunque también participaron profesionales de otras disciplinas. El edil de Urbanismo, Andrés Ruiz (C’s), explicó que uno de los objetivos del equipo de gobierno es “que el urbanismo se vea desde otro punto de vista, que no solamente se relacione con el ladrillo y el cemento, sino también que sea respetuoso con el medio ambiente”. Según Ruiz, “debemos tener en cuenta nuestro ecosistema y cuidarlo aplicando cada vez más la normativa medioambiental que se va produciendo en la Unión Europea”.

En las ponencias se puso de manifiesto que el modelo de construcción se ha transformado porque el cliente residencial, turista e inversor ha cambiado. Este cliente está concienciado con el medio ambiente y busca calidad. Actualmente, hay una demanda creciente de nórdicos, belgas, rusos o japoneses que encajan con este perfil.

La arquitecta danesa, especialista en bioarquitectura, Bettina Rosasco explicó que las casas que construye la empresa Bass Houses tienen certificación energética A+. “Son hogares muy confortables, con aislamiento masivo, hechas con materiales ecológicos naturales”, señaló.

Durante la jornada, se ofrecieron exposiciones en bioconstrucción, legislación europea en este ámbito, materiales sostenibles y demandas del turismo residencial extranjero. La cónsul danesa en Málaga, Marisa Moreno, aclaró que Dinamarca ha sido un país “pionero” en estas técnicas de arquitectura y urbanismo ecológico. “Allí hay una naturaleza muy dura y pasamos prácticamente nueve meses de mucha oscuridad, es por ello que desde hace años se adaptaron las casas para hacerlas confortables y agradables, debido a que los daneses pasan mucho tiempo en ellas”. Además, indicó, sus habitantes están “sumamente concienciados con la efi ciencia energética, no solo por su factura mensual, sino también por el impacto en el futuro”.

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