Arbusto perenne de 1 a 3 m, con porte erguido, muy ramificado y sin apenas corteza. Presenta hojas lineares muy pequeñas de color verdoso claro que se disponen en verticilos de 3 ó 4. Las flores son pequeñas y poco llamativas, de color verdoso amarillento y aparecen dispersas por las ramas superiores. Destaca la corola campanulada con 4 lóbulos anchamente triangulares soldados en su base, 8 estambres en su interior, aunque visibles y un estigma peltado discoidal, generalmente de color púrpura o rojizo. Florece a principios de primavera e incluso a finales de invierno. El fruto es una pequeña cápsula ovoide.
Se distribuye ampliamente por las regiones templadas, especialmente por el oeste de la región mediterránea, llegando hasta las islas Azores, Madeira, Canarias, e incluso Baleares.
Forma parte de bosques aclarados y matorrales sobre suelos ácidos como cuarcitas, areniscas, peridotitas, etc), creciendo desde casi el nivel del mar hasta los 1300 m de altitud. Prefiere zonas frescas como vaguadas, barrancos y laderas umbrías aunque a veces aparecen también en solanas. Puede coincidir en los mismos hábitat que el brezo blanco (Erica arborea), acompañados por jaras, jaguarzos y coscojas. Se ha utilizado como alimento para el ganado, para leña y la fabricación de escobas, de ahí su nombre.
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