Es uno de los talleres novedosos de la Universidad Popular de Mijas para este curso 2013-14. Las clases de ruso se imparten por primera vez este año y la acogida ha sido muy buena.

En total, 22 alumnos se han apuntado a las clases. “Parece que el ruso es el idioma que está de moda”, comenta la profesora del taller, Valeria Kiselova, mientras tiene a sus alumnos muy, pero que muy entretenidos.
Aprender esta lengua exige máxima concentración. No se parece en nada al español, “¡ni al inglés ni a nada!”, opina una alumna. Por eso, lo primero que aprenden los pupilos es el alfabeto cirílico.

“Las letras son complicadas y la pronunciación más todavía”, comenta María Arjona, también alumna.
Entre los participantes, hay personas de distintos puntos de la Costa del Sol. “Es muy difícil encontrar clases de ruso por la zona y me ha parecido muy interesante la apuesta de la Universidad Popular de Mijas”, opina Jorge Postigo, abogado de profesión.

Él asiste a estas clases porque saber ruso le viene bien para su oficio. “Tengo muchos clientes rusos y necesito asesorarles, ¿mejor hacerlo en ruso, no?”, comenta entre risas.
Lidia Moreno es dependienta de una tienda de muebles. Ella habla español, inglés y alemán; y ahora se atreve con el ruso. “Quiero aprender este idioma porque recibimos muchos clientes rusos.

Además, saber idiomas hoy en día te abre puertas en el mercado laboral, incluso antes que una carrera universitaria”, opina.
El taller de ruso se imparte los martes y jueves en la Casa de la Cultura Lo cierto es que en este taller de ruso, que se imparte martes y jueves de 19 a 20:30 horas, hay personas con intereses muy variados. Por gusto, por ampliar conocimientos, por necesidad en el trabajo... Los motivos que lleva a la gente a querer aprender ruso son muy diferentes.
“La colonia rusa en la Costa del Sol es cada vez más amplia. Con los problemas políticos de Turquía o Egipto, muchos rusos se están viniendo aquí”, dice la profesora, “también atraídos por el clima mediterráneo”, añade. Está claro que hablar ruso te amplia posibilidades.

Además, asegura Kiselova, “no es tan complicado como parece”. El taller incide bastante en la conversación y en aprender vocabulario. Y usted, ¿se atreve con el ruso? 

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