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Sábado 18/05/2024

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Una A-7 más segura

No existen malas carreteras, sino conductores imprudentes. Y aunque hay carreteras malas, muy malas, e inseguras, no es menos cierto que una conducción prudente, adaptada al entorno y a las condiciones de las vías evita muchos accidentes de tráfico y muchas muertes innecesarias.

No existen malas carreteras, sino conductores imprudentes. Y aunque hay carreteras malas, muy malas, e inseguras, no es menos cierto que una conducción prudente, adaptada al entorno y a las condiciones de las vías evita muchos accidentes de tráfico y muchas muertes innecesarias.


Las medidas reivindicadas por Ángel Nozal y su equipo de Gobierno se pusieron en marcha y los resultados comienzan a ser contundentesLa antigua N-340, es decir la autovía A-7, siempre ha sido una carretera conflictiva desde el punto de vista de la seguridad vial, de forma especial el tramo conocido como ‘la curva de La Cala’, que incluso mereció el triste calificativo de punto negro de la red viaria española. Un tramo sinuoso donde el exceso de velocidad se ha pagado en los últimos años con una cifra inadmisible de muertos y heridos en accidentes de circulación y de atascos interminables cada vez que se producía un siniestro. Años y años pasaron sin que ninguna administración tomara medidas eficaces para evitar al máximo tanto una como otra cosa y sin que el Ayuntamiento de Mijas alzara su voz para reclamar algún tipo de actuación en la A-7, y más concretamente en ‘la curva de La Cala’.


Tuvo que llegar Ángel Nozal a la Alcaldía de Mijas para que el Ayuntamiento alzara la voz frente al Ministerio de Fomento – titular de la autovía – y frente a la Dirección General de Tráfico, siendo ya presidente del Gobierno Mariano Rajoy, sin que la militancia de ambos en el Partido Popular frenase al alcalde en su determinante reivindicación de una serie de mejoras en la A-7, a todas luces justas y apremiantes. Es decir, el alcalde Ángel Nozal demostró que gobernar no es hacer seguidismo partidista, como tristemente hemos estado acostumbrados en Mijas durante décadas, sino adoptar cuantas acciones o actitudes sean necesarias para conseguir el bienestar de la sociedad. Gobierne quien gobierne.


Las medidas reivindicadas por Ángel Nozal y su equipo de Gobierno se pusieron en marcha y los resultados comienzan a ser claros y contundentes. A día de hoy, se ha reducido de forma drástica el número de accidentes en dicho tramo y, consecuentemente, el número de personas muertas y heridas en siniestros.
Se mejoró la señalización de peligro, se reforzó el firme de la autovía en la curva de La Cala y, además, se habilitó un radar de tramo para obligar a los conductores a reducir la velocidad y circular a 80 km/h, velocidad aconsejable para evitar salidas de la vía, una de las principales causas de los accidentes de tráfico históricamente sucedidos en la zona.


No obstante, no todas las reivindicaciones realizadas por el equipo de Gobierno fueron atendidas por la Administración central, entre ellas la de advertir en lengua inglesa de las situaciones de peligro en el tramo de la curva de La Cala, reclamación que Fomento rechazó al considerar que el inglés no es idioma oficial en España, a pesar de que España forma parte de la Unión Europea, donde el inglés es uno de los idiomas oficiales, y de que buena parte de la población de Mijas es angloparlante y por la A-7 circulan a diario miles de turistas y residentes extranjeros. Muy probablemente haya sido impopular la activación del radar de tramo porque son muchos los conductores que cada día son ‘cazados’ mientras circulan a más velocidad de la permitida. Pero las normas, también las de Tráfico, están para ser cumplidas, gusten o no, y si con el radar de tramo se puede evitar que un conductor que circule a más velocidad provoque un accidente con otros vehículos implicados, ya la medida merece la pena, por dura que sean las sanciones.


Lo que hace falta es una mayor concienciación de todos los conductores para que se destierren las actitudes incívicas al volante, que es la mejor forma de evitar siniestrosEl compendio de mejoras en la señalización, refuerzo del firme y de medidas disuasorias contra la velocidad excesiva no evitarán que se produzcan nuevos y lamentables accidentes de tráfico. Ahora, lo que hace falta es una mayor concienciación de todos los conductores para que se destierren las actitudes incívicas al volante, que es la mejor forma de evitar siniestros. 

 

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