La Policía Local de Mijas ha detenido y puesto a disposición de la Guardia Civil durante el fin de semana a dos personas de nacionalidad extranjera, a las que se les imputa la comisión de sendos delitos de violencia de género.

El primero de los imputados es un residente argentino nacido en 1972 y cuya filiación corresponde con las iniciales F. P. L. P., quien fue detenido a las 4:20 de la madrugada en un conjunto residencial de la franja litoral del municipio, tras haber derribado la puerta de la vivienda de su pareja sentimental, quien no le permitía el acceso al interior.

No obstante, la Policía ya tuvo que intervenir con anterioridad, al filo de la 1:10 de la madrugada, cuando fue alertada por vecinos del inmueble sobre que una persona aporreaba una puerta para entrar en una vivienda. Los agentes personados en el lugar de los hechos se entrevistaron con F. P. L. P., quien reconoció a los policías que su novia no le dejaba entrar en la vivienda y que pretendía recoger sus pertenencias así como un perro de su propiedad.

Minutos después de las 4 de la madrugada, la Policía Local fue alertada de nuevo por los vecinos del mismo conjunto residencial, quienes aseguraban haber oído un estruendo procedente de la segunda planta del edificio donde habían intervenido con anterioridad. Cuando los agentes regresaron al lugar de los hechos se encontraron que la puerta de acceso a la vivienda había sido derribada de varios golpes y que F. P. L. P. se encontraba tranquilamente sentado en el sofá del salón.

Su pareja sentimental, una mujer de nacionalidad británica, se hallaba en un evidente estado de nerviosismo y relató a los agentes que no había sido la primera vez que observaba actitudes violentas en él. La mujer decidió presentar la correspondiente denuncia, lo que precipitó la detención de F. P. L. P.

También en la madrugada del domingo, a las 4,30 horas, fue  detenido un residente marroquí –A. H., nacido en 1972– en Las Lagunas, tras haber sido denunciado por su pareja sentimental, una mujer de la misma nacionalidad, como consecuencia de los golpes sufridos en la cabeza y pecho.

Los agentes fueron alertados por los vecinos del inmueble donde residía la pareja, que escucharon varios golpes y gritos. Cuando la patrulla llegó al edificio se encontró en el rellano del mismo a un vecino y a una mujer que lloraba y pedía a gritos auxilio por haber sido agredida. Los agentes entraron en la vivienda, la cual estaba muy desordenada, y localizaron en su interior al presunto agresor, quien aseguró que sólo había mantenido una discusión.

Sin embargo la mujer agredida relató a los agentes que era la cuarta vez que sufría malos tratos y amenazas de muerte, decidiéndose en esta ocasión a presentar denuncia contra su pareja sentimental, por lo que fue finalmente detenido y puesto a disposición de la Guardia Civil.

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