La Policía Local de Mijas ha localizado y puesto a disposición de la Policía Nacional a un menor marroquí sin documentación durante la madrugada del domingo en Mijas Pueblo.

El menor fue localizado mientras una patrulla de la Policía Local realizaba tareas rutinarias de vigilancia, observando a un joven apoyado contra una pared en los edificios situados frente al Ayuntamiento.

Los agentes se acercaron a él para pedirle la documentación, descubriendo que no hablaba español, aunque sí sabía decir “sin papeles”. Ante esta situación, el menor fue retenido y trasladado hasta la Comisaría de la Policía Nacional de Fuengirola, donde dijo tener 16 años de edad y haber nacido en Larache. Aseguró que no tenía familiares en España y que había llegado a Mijas procedente de Marruecos vía Tarifa en un vehículo. Del menor se hizo cargo la Policía Nacional para la activación del protocolo oficial para casos de inmigrantes menores de edad.

Un detenido por resistencia y desobediencia a la Policía Local

La Policía Local de Mijas ha detenido a un residente en el municipio de nacionalidad finlandesa –A. K. R. de 54 años de edad– por resistencia y desobediencia a la autoridad, tras haber golpeado varios vehículos que estaban estacionados en Osunillas.

Los hechos se produjeron al filo de las 21:50 horas del viernes, cuando vecinos de Osunillas denunciaron a la Policía Local que un hombre, conocido en la zona, había golpeado con elevada violencia varios coches que estaban aparcados y que este había salido corriendo en dirección al campo de fútbol de Mijas Pueblo.

Los agentes actuantes empezaron su búsqueda siendo localizado escondido junto a la caseta del guarda forestal ubicada en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil de Osunillas. Los policías locales le pidieron la identificación, a lo que el a la postre detenido respondió con insultos y varios intentos de evasión.

En uno de ellos, emprendió la huida en dirección a Mijas Pueblo y cuando fue alcanzado por los agentes actuantes el residente finés, quien dijo ser periodista, reaccionó con mucha violencia, por lo que los policías locales se tuvieron que emplear a fondo para reducirle e inmovilizarle.

Una vez en los calabozos de la Jefatura de la Policía Local, A. K. R. intentó autolesionarse golpeándose con las paredes y elementos de seguridad, por lo que de nuevo tuvo que ser inmovilizado por los policías locales, siendo entregado con posterioridad a la Guardia Civil como responsable de la comisión de un delito de resistencia y desobediencia a la autoridad.

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