Desde Mijas, el Servicio Municipal de Prevención de Adicciones, en colaboración con la Diputación de Málaga, trabaja para evitar que nuevas personas enfermen con una adicción. Su técnico, nuestra protagonista de hoy, es la imagen  de la prevención y de los hábitos saludables para miles de jóvenes en el municipio, a quienes periódicamente llegan este tipo de programas del Ayuntamiento de Mijas.

Mijas Semanal. ¿En qué consiste su trabajo?

“Los mayores justifican el consumo de alcohol bajo la premisa de que todos hemos bebido”Ana Belén García. Básicamente en poner redes, en evitar, reducir y prevenir problemas relacionados con el consumo de drogas, sobre todo con la población adolescente. Es un trabajo que genera mucha impotencia, ten en cuenta que siempre te acompaña pensar que la mayoría de los problemas de adicciones se podrían haber evitado.

M.S. ¿Dónde está la clave de la lucha contra las adicciones?
A.B.G. En la detección precoz, en sensibilizar sobre los riesgos, especialmente con ciertas drogas donde la percepción del riesgo es muy baja. No se ve peligroso y las personas cercanas a los chavales minimizan los riesgos. Es, por ejemplo, el caso del alcohol, los mayores justifican el consumo del alcohol bajo la premisa de que todos hemos bebido, pero el alcohol es un tóxico y supone un riesgo muy alto para la salud. Además, en el tema de las adicciones, está comprobado que la prevención es la mejor herramienta para evitar un problema.

M.S. ¿Cómo se previene?
A.B.G. Sobre todo con información, clara, real, sin contradicciones. Y no me refiero solo a la información que les llega a los chavales a través de campañas, sino también a través de lo que ven, al estilo de ocio y de pasarlo bien que les rodea, desgraciadamente muy centrado en el consumo de drogas y en el consumo en general, que también va relacionado. En este sentido, una estrategia de prevención es evitar que los adolescentes tengan un acceso fácil a las drogas, y me refiero también a algo, aparentemente tan sencillo, como entrar en un bar y pedir una copa siendo menor de edad.

M.S. Es decir, la formación es lo más importante.
A.B.G. Sí pero hay que tener en cuenta también que los adolescentes pueden llegar a tener muchos datos sobre el consumo de drogas y muy poco sentido crítico, esta sería una asignatura pendiente, es decir, en la sociedad en la que vivimos, además de darles información, a los jóvenes hay que enseñarles a pensar. Esto es muy importante, que aprendan a poner en duda lo que dicen en la tele, en las redes sociales y sus propios amigos.

M.S. ¿Cuál es la peor adicción?
A.B.G. Lo peligroso es el uso que se hace de las drogas, por tanto, todas son malas, tanto legales como no legales. No obstante, a nivel químico, por su capacidad de generar adicción y perjudicar a la salud, la cocaína es una droga especialmente peligrosa en ese sentido. Indistintamente del uso cotidiano o esporádico que haga de ella, del contexto en el que se haga o el perfil de la persona, la droga siempre hace mella en las personas y siempre se tiende a volver a consumir.

M.S. Pero no solo hablamos de drogas.
“La droga siempre hace mella en las personas y siempre se tiende a volver a consumir”A.B.G. Cierto, hablamos de muchas más cosas, del juego, ya sea póquer o a través de Internet, de las redes sociales e incluso el sexo, todo lo que implique un placer o bienestar repentino, puede implicar una conducta repetitiva que lleve a la adicción y a un trastorno. Sin embargo, los mecanismos para reducir o minimizar problemas de adicciones son prácticamente los mismos en las drogas que en los comportamientos, la pauta a nivel de formación, autocontrol y habilidades para llegar a prevenir un problema, es la misma que en el caso de las drogas. Lo que pasa es que a nivel biológico, si no existe la intoxicación por un elemento químico, evidentemente, no te va a producir una reacción directa.

M.S. ¿Cómo se ataja el problema en esos casos?
A.B.G. La clave, una vez más, está en la capacidad de conseguir que el entorno de la personas se de cuenta de que existe un problema de adicción, algo que, a veces, es difícil que suceda. Piensa, por ejemplo, que en el caso de las redes sociales hay padres que ni siquiera saben lo que es, cuando a mí me han llegado a decir profesores que los alumnos no duermen y están cansados en clase porque trasnochan conectados a las redes sociales, y eso es muy peligroso en edades tan importantes para su formación.

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