El Pleno del Ayuntamiento de Mijas ha aprobado este jueves una propuesta del equipo de gobierno para dedicar el nombre de Manuel Martín Rodríguez, El Sacristán, a la circunvalación de Mijas Pueblo, en reconocimiento póstumo por salvar la imagen de la Patrona de Mijas, la Virgen de la Peña, de los sucesos ocurridos en 1932 y en 1936, en plena II República y al inicio de la Guerra Civil, cuando se produjeron quemas de iglesias y tallas religiosas.
Las propuesta, defendida en la sesión plenaria por el concejal de Vía Pública, Juan Carlos González, señala que en 1932, al tener conocimiento Manuel Martín Rodríguez de las quemas de conventos e iglesias en Madrid, Málaga y otros puntos de la geografía nacional, ocultó la talla de la Virgen de la Peña en su casa de Mijas Pueblo, hasta tanto la situación se normalizó, a pesar de que en Mijas no hubo que lamentar hechos de tales características.
Cuatro años después, la noche del 17 de julio de 1936, horas antes del estallido de la Guerra Civil, y ante los rumores existentes, decidió trasladar la talla de la Virgen de la Peña liada en una manta hasta su vivienda, ocultándola bajo un caño del jardín.
Una vez estallado el conflicto, en Mijas se produjeron quemas de tallas religiosas y de templos. La casa de ‘El Sacristán’ fue varias veces registrada por militantes anticlericales a fin de proceder a la quema de la Patrona. Incluso, Manuel Martín Rodríguez fue amenazado de muerte para obligarle, sin éxito, a declarar dónde estaba la talla de la Virgen de la Peña.
El 11 de febrero de 1937 el bando ganador de la Guerra Civil tomó Mijas. La Ermita de la Virgen de la Peña, así como otras iglesias de Mijas, habían sufrido importantísimos daños, por lo que la casa de Manuel Martín Rodríguez se convirtió en un improvisado templo y lugar de culto de la Patrona de Mijas.
Un año más tarde, la Iglesia Parroquial de Mijas Pueblo fue reparada y la talla de la Virgen de la Peña fue trasladada al dicho templo para el culto público de los devotos, hasta que en 1943 volvió a su Ermita, en el Compás.
Manuel Martín Rodríguez ‘El Sacristán’, que murió en el Hospital Civil de Málaga en 1972 a los 88 años de edad, fue un hombre muy querido en Mijas no sólo por su espíritu caritativo, sino por su enorme colaboración con el mundo cofrade mijeño y por los cuidados en las parroquias y ermitas de la localidad.
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