Desde hace más de 35 años, en Navidad, María Isabel Ruiz convierte su casa en un pequeño escenario navideño lleno de tradición y mimo. La vecina, residente en Las Lagunas, comenzó con un belén pequeño que, con el paso del tiempo, ha ido creciendo hasta alcanzar hoy los cinco metros y medio de longitud y superar el centenar de figuritas entre personajes, animales y elementos decorativos.

- El nacimiento cuenta con algunas nuevas figuritas. |
- A. Lago.
Su afición comenzó gracias a un amigo que también montaba belenes y que la guió en sus primeros pasos en esta tradición navideña. Desde entonces, su Navidad no se entiende sin el tradicional nacimiento. “Empecé con un belén chiquitito y todos los años lo he ido agrandando”, explicó. Este año, fue a primeros de diciembre cuando María Isabel comenzó a armar su belén.
Un desierto muy especial
El belén destaca por la cantidad de detalles y por el valor personal de muchas de sus piezas, que son recuerdos de viajes. Este año, como novedad, la arena del desierto, por ejemplo, procede de un lugar muy especial: “me la he traído de Matalascañas, del Viaje de Mayores que organiza el Ayuntamiento, me gustó y me traje un poco para el desierto del belén. Además, he comprado muchas figuritas nuevas, casitas y otros detalles”, especificó. Asimismo, este año también ha incorporado un molino y ha creado cuevas aprovechando los huecos de un mueble para darle más vida al conjunto.
La falta de espacio es uno de los grandes retos para María Isabel. Algunas construcciones, como la Alhambra, ha tenido que colocarlas por encima de un mueble. “Como no tengo espacio lo he tenido que poner arriba; mi marido me va a echar de casa”, bromeó entre risas. Precisamente su marido y su hija han sido este año fundamentales en el montaje, ayudando con cables y luces que requieren “tirarse al suelo”, como aseguró la vecina: “ya vamos siendo mayores y este año mi hija nos ha echado una mano”, señaló.
Tradición navideña
Para María Isabel, el belén es mucho más que decoración. “Es una tradición; ese momento de compartir ratitos, estar juntos, incluso discutir”, afirmó riéndose. Considera que el nacimiento “le da vida a la Navidad” y lamenta que cada vez se monten menos belenes, sustituidos por opciones más modernas como “los poblados navideños”. Y aunque piensa que “es una tradición muy bonita”, para ella, “tiene que gustarte”.

- Este año, su belén ha contado con arena de Matalascañas. |
- A. Lago.
De cara al futuro, le gustaría incorporar escenas como la huida a Egipto o la Anunciación. Mientras tanto, su belén sigue creciendo en significado, manteniendo viva una costumbre que, Navidad tras Navidad, llena su hogar de magia.
Comparte esta noticia desde el siguiente enlace: https://mijascom.com/?a=36612












