Disciplina, diversión y respeto por el flamenco. Este podría ser un resumen del taller de baile que, desde hace casi 35 años, imparte la profesora Remedios Fernández. Por su aula de la calle Muro de Mijas Pueblo han pasado, por tanto, generaciones de niñas y mujeres, todas con el mismo afán de adentrarse, paso a paso, palma a palma, en el mundo del flamenco. “Aquí, bailamos de todo, empezando siempre por la iniciación al flamenco, y aprendemos diferentes estilos, sobre todo, mucha rumba”, afirmó Fernández durante una de sus clases en la tarde del martes, añadiendo que “este taller también permite tener un poquito de disciplina y hasta liberar adrenalina, que muchas veces hace falta entre las más pequeñas”. 

De lunes a viernes, y distribuidos en diez grupos, Fernández intenta transmitir a sus alumnas lo bonito del flamenco y todos sus beneficios, ya que este tipo de danza favorece la postura, la flexibilidad y hasta la autoestima de quienes se atreven a colocarse unos tacones para lanzarse al tablao. “Desde las que solo tienen tres añitos hasta las personas mayores que ya son jubiladas, a todas les viene muy bien para relacionarse, para hacer deporte y, cómo no, para disfrutar”, señaló la profesora.

 

Valeria Ríos y Anaís Moreno pertenecen al grupo Lerele, con niñas de 9 a 12 años. “Para mí, esta clase es como si fuera mi segunda casa… Me encanta bailar con Reme y me gusta mucho el flamenco, desde chiquitita”, aseguró Valeria, mientras que Anaís valoró que “estamos aquí todas juntas, hablando, bailando y haciendo lo que más nos gusta”.   

Y aunque solo estemos en noviembre, los grupos de Reme Fernández ya piensan y trabajan alrededor de su gran día, el festival de fin de curso que, como cada año, tendrá lugar en junio en el auditorio mijeño.

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