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Sábado 23/11/2024

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Parálisis braquial en el recién nacido

Durante el nacimiento se pueden producir una serie de problemas que dan lugar a complicaciones de tipo traumático como fracturas (clavícula, humero, etc), luxaciones o subluxaciones de articulaciones (hombro, cadera) o lesiones neurológicas (parálisis de algún nervio o alteraciones de la sensibilidad).

Hoy vamos a hablar de la parálisis braquial obstétrica, que consiste en la parálisis del brazo del recién nacido provocada por la distensión de los nervios que salen desde la columna cervical hacia el miembro superior, este grupo de nervios se denomina plexo braquial.

Esta afección es mas frecuente en partos con niños de alto peso (mas de 4kg) en los que tras salir la cabeza el brazo se queda “atascado”, o en niños prematuros que se presentan  de nalgas o de pies.

En niños de alto peso la afección es más frecuenteSegún el grado se afectación de las raíces nerviosas y el numero de raíces afectadas, tendremos varios tipos de parálisis y diferentes niveles de gravedad.
En el bebé, observaremos en las primeras semanas que no mueve el miembro afectado o que lo mueve menos que el sano, y que la musculatura está debilitada, no pudiendo desencadenarse los reflejos normalmente presentes en los recién nacidos, puede estar también afectada la movilidad de la mano y la muñeca. Si la lesión no se restaura completamente, es posible que  queden algunas secuelas que se verán a medida que el niño vaya creciendo, como falta de integración de ese miembro en el esquema corporal, disminución de la fuerza muscular y de la movilidad, acortamiento, etc.

Una vez diagnosticada la parálisis, el tratamiento de fisioterapia comenzará urgentemente, en las primeras semanas de vida. En los casos más leves, continuará hasta los 6 meses aproximadamente y en los más graves el tratamiento continuará hasta los 5 años, intentando minimizar las secuelas que esta afección pueda dejar en el niño. El tratamiento consistirá en enseñar a los padres la forma mas correcta de mover al niño para vestirlo, asearlo, alimentarlo, se movilizará el miembro afectado con cuidado, se realizaran masajes, estiramientos y estímulos para potenciar la musculatura afectada y mejorar la circulación y paulatinamente, se irán agregando una serie de ejercicios de coordinación y fuerza, según la edad y la evolución del niño para que el brazo se integre correctamente en el esquema corporal. En algunas ocasiones será necesaria la cirugía, y también se realizará un tratamiento de fisioterapia pre y postoperatorio.

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