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Sábado 23/11/2024

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La vida sigue

La vida sigue” es una expresión manida y obvia, pero que merece comentario y consideración. Son muchos los que pueden pronunciar esas palabras pero no todos ellos pueden llevarlas a la práctica cuando se encuentran con dificultades. Hay quien se queda detenido, dejando correr el tiempo que nunca se podrá recuperar.

La vida sigue” es una expresión manida y obvia, pero que merece comentario y consideración. Son muchos los que pueden pronunciar esas palabras pero no todos ellos pueden llevarlas a la práctica cuando se encuentran con dificultades. Hay quien se queda detenido, dejando correr el tiempo que nunca se podrá recuperar.

Veamos dos ejemplos de persona que entendieron que “la vida sigue”. “Mi mujer quiso separarse pensando que estaría mejor, no fue así, y ahora quiere volver. Yo no soporté sus constantes vaivenes emocionales, fue muy duro y tanta intensidad sentimental ha hecho mella en mí. Ahora prefiero estar sólo, salgo de fiesta, sigo trabajando y hago algo de deporte. Era la mujer de mi vida, pero la vida continúa, ¿acaso tenía que sumirme en una melancolía cegadora que me privara de la increíble vida?”

“Querido, si me vieras. Te has muerto, y después de eso yo he tenido dos hijos, he cambiado de trabajo, sigo patinando y voy a cenar con mis amigos. A pesar de ese mal trago, la vida sigue, ¿tenía que llorar hasta el día de mi propia muerte y verlo todo gris?”

Todos conocemos a una viuda que no levanta cabeza. Un separado que se vuelve alcohólico. Una madre que pierde un hijo y se queda postrada en un sillón, zombi por tantas pastillas. Hay situaciones a las que nadie llega gustoso y en las que jamás desearía haberse visto envuelto. Pero asumir pérdidas forma parte de la vida, y para ello se hace necesario establecer nuevos lazos. Así se podrá conservar la vida, que como ya dijera Freud, soportar la vida es, y será siempre, el deber primero de todos los vivientes.

Es más gesto de amor salir adelante por uno mismo y por respeto a la gente que nos rodea, que habitar como alma en pena. Admiro el trabajo que realizan algunas personas por superar las dificultades, por apreciar la vida y por no estar agonizando. En ocasiones, uno no puede solo; cuando eso ocurre, tiene que saber coger alguna mano que le ayude. Y usted, ¿es de los que se ha recuperado y es un ejemplo?

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