“Cuanto peor esté el mar, para mí es mejor”, una afirmación que resume muy bien el carácter competitivo de Ainhoa Rivas, la paddle surfista mijeña que a mediados de julio se proclamó campeona sub-18 en la localidad portuguesa de Viana do Castelo en una de las pruebas del circuito internacional de la asociación profesional de paddle surf (APP World Tour). Y es que, en la Praia Fluvial do Barracão dos Touros se tuvo que enfrentar a olas de hasta dos metros en un océano atlántico embravecido, que incluso minó la moral de algunas de las adversarias de la mijeña ya desde la línea de salida.
Rivas no se lo pensó dos veces, sonó la bocina y se enfrentó al mar con su tabla. Los primeros metros eran cruciales en el devenir de la prueba de larga distancia. Con cada remada, la mijeña le mantenía el pulso al agua, que se afanaba en derribarla y devolverla a tierra. Cada ola, un obstáculo que salvaba, manteniendo el equilibrio, como si de una funambulista que camina a metros de altura sobre un cable fino y delgado se tratase. Mientras, sus rivales, aún en la orilla, esperaban su momento para iniciar su concurso. “Para mí fue una carrera muy divertida, de las que me gustan competir y disfrutar”, aseguró la deportista que, añadía, “no me gusta cuando el mar está plato”.
La distancia que Rivas tenía sobre sus adversarias era ya considerable en alta mar, una ventaja que le permitía afrontar con garantías los 17 kilómetros de recorrido. “La salida fue bastante dura, a mí me salió bastante bien, no me puedo quejar. Solo un chico de Puerto Rico y yo iniciamos la prueba sin caernos, el resto se cayó, aunque la gran mayoría, finalmente, la acabó”, destaca Rivas, que explica que momentos antes de la competición “estuve con mi entrenador Óscar Ruiz reconociendo el trazado”.
Finalmente, tras 01h:59:40, Ainhoa Rivas cruzaba la línea de meta, proclamándose campeona júnior de esta competición, superando en 15 minutos a la segunda clasificada, Inés Blin.
Tercera al sprint
El concurso épico en aguas lusas de la júnior del Or Training fueron más allá de este triunfo en larga distancia. En la competición al sprint finalizó en tercera posición. “Me tiraron en una boya, lo que me obligó a remontar para ser tercera, estoy muy contenta por el resultado porque son carreras muy cortas y muy imprevisibles, en las que puede pasar cualquier cosa”, afirma.
Quizás sea en esta modalidad donde tenga que mejorar la mijeña, como ella misma reconoce: “Soy más de larga distancia, tengo que mejorar en corta distancia, aunque todo hay que mejorarlo porque hay que ser una deportista completa, como diría mi entrenador”.
Por constancia no será, ya que entrena muy duro cada semana: “Ahora, en verano, hago 4-5 días de agua, alrededor de una hora, dependiendo de lo que marque el entrenador, 3 días de gimnasio y 2 de carrera”.
Apoyo familiar
Que Ainhoa Rivas, subcampeona de España en su categoría, esté hoy en día compitiendo a nivel internacional, no es casualidad. La ‘culpa’, de sus padres, quienes le compraron una tabla de paddle recreativa. Su interés por dominarla le llevó hasta las instalaciones de Paddle Surf Fuengirola y a dar clases particulares. Dos semanas más tarde, ya competía en pruebas federadas: “Nuestro profesor nos lo propuso al grupo que dábamos clase y fuimos todos a Iznájar por pasárnoslo bien, por diversión, el ambiente nos gustó mucho, con gente de nuestra misma edad y, al final, nos motivamos y empezamos a ir a todas las pruebas”.
Desde aquel primer momento, Rivas ha recibido el apoyo de sus padres: “Superagradecida, que siempre están ahí, aunque mi madre, a veces, lo pasa mal cuando el agua está movida, pero luego chilla a tope, como mi padre. También me apoya mucho mi familia de Salamanca, de Puerto de Béjar”.
Para la mijeña, aficionada a cualquier deporte y a la lectura de misterio, formar parte de la selección nacional es un sueño y un objetivo a medio plazo: “Me gustaría ir a un Mundial o a un Europeo”.
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