Un año más, La Cala de Mijas se vuelca con la única procesión que se celebra en el núcleo, la del Cristo Crucificado y María Santísima de los Dolores, que han salido este Viernes Santo. La Hermandad ha repetido la fórmula del año pasado, por la cual la Virgen ha salido en el trono del Cristo, ya que el de la Santísima está en proceso de restauración, y el Cristo a hombros de los portadores como un Vía Crucis. Sus propias formas, pero el mismo sentimiento y devoción.
Puntual, a las nueve de la noche, la imagen del Cristo Crucificado salía desde su Casa Hermandad junto a la parroquia de Santa Teresa. Detrás le seguía su madre, María Santísima de Los Dolores. Al son que marcaba un único tambor, imprimiendo más solemnidad al acto, las imágenes de Jesús y María, cortejados por miembros de la hermandad, representantes de la corporación municipal, mujeres de mantilla, niños con velas y un considerable número de vecinos y turistas, han iniciado el recorrido procesional que les ha llevado por las calles Marbella, Ronda, Torremolinos, Casares, Manilva, Torreón, Torremolinos, de nuevo, para subir al bulevar y volver a calle Marbella para regresar a su Casa Hermandad. El párroco de La Cala, Juan Baena, junto a otros miembros de la hermandad han ido marcando las catorce escenas del Vía Crucis, que recuerdan los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección.
De dirigir a las mujeres de trono durante las dos horas exactas que ha durado la procesión se encargaba el capataz Manuel Maldonado, que lleva 36 años ejerciendo esta función en La Cala. “Son muchos años de experiencia ya y nunca ha habido ningún problema. Lo único que ha resultado complicado este año ha sido completar el número de portadoras, pero, afortunadamente, hemos podido contar con las 28 mujeres que hacían falta”, apuntaba el capataz.
Entre las novedades de la procesión de este año, la principal está en las manos de la Virgen, que son nuevas. Ya nos lo adelantaba estos días, el Hermano Mayor de la Hermandad del Santísimo Cristo Crucificado y María Santísima de los Dolores, José Sena, quien decía que “estamos muy contentos porque las manos parecen de verdad, han quedado divinas”. Tras la procesión de este Viernes Santo, Sena, se mostraba “muy contento con el desarrollo de la procesión; creo que todo ha salido bien y aunque haya gente que prefiera el acompañamiento musical de una banda y saetas, la hermandad ha decidido tener únicamente el acompañamiento de un tambor, que es más solemne y concuerda mejor con el momento que vivimos hoy; recordemos que hoy es un día de luto y que representamos un Vía Crucis. Ya el año que viene esperamos contar con el trono de la Virgen, que está en proceso de restauración desde el año pasado”. Con ella, según Sena, “vamos a intentar quitarle unos 100 kg de peso, ya que tiene muchos armazones de hierro”.
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