“Esta rueda de prensa, estaba esperando darla desde que tomé posesión del cargo”. Estas palabras, cargadas de satisfacción, son del concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Mijas, Manuel Navarro. Tanto desde la oposición como en el equipo de Gobierno, el edil del Partido Popular ha trabajado incansablemente por dar pasos firmes que lleven al municipio a solucionar uno de los “problemas más graves” que sufren los mijeños: las viviendas irregulares.
Ayer, Navarro hizo público el documento de ‘Avance para la Identificación de Asentamientos Urbanos en Suelo no Urbanizable’, un informe que revela que 2.800 edificaciones irregulares (de las 4.015 contabilizadas) son susceptibles de ser legalizadas. Para muchas viviendas, naves, almacenes y otras instalaciones similares, se abre un camino de esperanza.
Desde que tomó las riendas de la Alcaldía el 11 de junio de 2011, Ángel Nozal ha marcado a su equipo de concejales una serie de retos irrenunciables, entre los que se encontraba y se encuentra dar una solución lo más positiva posible a las viviendas irregulares. Son muchas las familias que viven angustiadas por este asunto, que amenaza con dejarlas sin techo o sin recursos económicos.
La relevancia de este documento del Consistorio mijeño, pionero en Andalucía, radica en que se trata del primer paso formal para el inicio del procedimiento de regularización, desde que la Junta aprobó en enero el decreto sobre legalización de construcciones levantadas al margen de la ley en suelo no urbanizable.
El Avance pone orden en el caos y nos revela de una forma clara y gráfica qué edificaciones (no solo viviendas) tienen la posibilidad de abandonar la clandestinidad para entrar en el círculo de confianza que siempre da estar al lado de lo que marcan las normas. Ahora, este documento deberá ser aprobado en el pleno para, posteriormente, pasar a manos de la Junta de Andalucía, que tendrá que valorar si le da o no luz verde.
Otro día tocará hacer balance del primer año de gobierno del Partido Popular en Mijas pero, en materia de urbanismo, ya queda claro que es fundamental tener un plan de gobierno y una escalera de prioridades políticas. La solución a las viviendas irregulares se sitúa en la parte alta de esa escalera, muy cerca del saneamiento de las cuentas municipales, de la Renta Básica o de la apuesta por hábitos cívicos como el reciclaje.
Ahora bien, dicho todo esto, haría mal quien piense que no pasa nada por saltarse la ley y construir como nos venga en gana. Navarro ha sido muy claro al respecto: “No se va a consentir nuevas edificaciones ilegales en el campo”. Es decir, el Avance no es un cheque en blanco ni una amnistía ni nada parecido. La advertencia del concejal de Urbanismo está más que justificada, ya que en los primeros meses del año, el Ayuntamiento ha precintado decenas de construcciones ilegales. Aunque parezca sorprendente, aún hay ciudadanos que no respetan los innumerables llamamientos del Consistorio a la cordura en este asunto.
Todavía queda camino por recorrer para llegar a la meta, pero la colaboración entre instituciones y el cumplimiento de las prioridades trazadas al comienzo del mandato, están dando resultados muy prometedores.
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