Además de los vecinos, la hostelería ha sido una de las grandes beneficiadas del regreso de la Feria de Las Lagunas. Bares, restaurantes, cafeterías y heladerías han visto aumentadas sus ventas durante los días de feria. Para el bar El Abuelo, cercano al recinto ferial lagunero, esta festividad ha sido “muy buena”, dijo uno de los socios, Fernando López, “tanto para nosotros como negocio, como para el barrio como actividad, porque después de la pandemia y la paralización de las actividades, se ha notado el espíritu y la gente ha vuelto motivada. Se agradece que se sigan celebrando este tipo de eventos y que le den vida a esta zona de Las Lagunas”.

Aunque de día también se ha notado más movimiento, las noches han sido las encargadas de que los comercios laguneros se hayan quedado casi sin abastecimiento. “Las noches han sido espectaculares”, aseguró el propietario del bar El Pelotazo, José Barea. “Por la noche se ha trabajado hasta que hemos tenido que echar a la gente a las 2 o 3 de la mañana o cerrar la cocina el domingo de feria porque nos quedamos sin nada, desabastecidos. Ha sido una feria muy buena”, añadió Barea. Por su parte, la propietaria de la pizzería La Sibarita, Fabiola Román, dijo que “estamos muy contentos. La feria ha estado muy bien, ha movido mucha gente. Nosotros abrimos a mediodía pero por la noche era cuando se notaba un poco más de clientela, cuando la gente bajaba de la feria”.

Y es que claro, tras volver de la feria, vecinos y visitantes hacían un alto en el camino en los negocios laguneros para reponer fuerzas. El encargado del restaurante Kokoro, Hang Chen, explicó que la feria “ha traído muchísimo movimiento para nosotros como negocio. Estos tres o cuatro días de feria han sido fenomenales y, además, han atraído a muchos visitantes”. 

En definitiva, ha sido una feria que ha vuelto por todo lo alto y que tanto vecinos como comerciantes han sacado buen provecho de ella.

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