Según los estudios, un 5% de las personas que viven en sus hogares sufren incontinencia urinaria. Este porcentaje aumenta a partir de los 60 años hasta un 35-40% y es una de las causas directas por las que las personas mayores ingresan en residencias de la tercera edad.
La incontinencia urinaria de esfuerzo es aquella que se produce por un trabajo insuficiente de la musculatura del suelo pélvico, al aumentar la presión intraabdominal (al hacer esfuerzos como estornudar, toser, coger peso, reír), la musculatura no es capaz de contraerse suficientemente y se produce la pérdida de orina. Los partos y los traumas obstétricos (daños que sufre la madre al dar a luz, como desgarros o descolgamientos) influyen considerablemente en la aparición de este tipo de incontinencia.
Este problema, presente en muchas mujeres adultas, puede ir deteriorando la calidad de vida, hasta el punto de modificar sus hábitos de vida. Lo más sorprendente es que actualmente muchas de estas mujeres, aceptan esta patología como algo sin solución.
Desde la fisioterapia, el tratamiento de las incontinencias urinarias de esfuerzo medias o leves tiene una efectividad del 90%, independientemente del tiempo que haya estado presente el problema. El tratamiento consiste en una primera parte de educación e información sanitaria seguida de la realización de una serie de técnicas para recuperar la fuerza y la resistencia de la musculatura del suelo pélvico.
En la educación se asesorará a la paciente sobre ingesta de líquidos, alimentos, vestimenta; en general se darán pautas para corregir hábitos que favorecen la incontinencia y fomentar aquellos que la contrarresten.
Para la reeducación del suelo pélvico, enseñaremos a la paciente a contraer la musculatura adecuada, de forma que pueda realizar una serie de ejercicios que poco a poco irán fortaleciendo la musculatura debilitada, así como aumentando la resistencia de la misma. Utilizaremos para facilitar este trabajo electroestimulación y biofeedback, ya que a veces es complicado conseguir una contracción voluntaria.
El trabajo continúa en el domicilio, donde la paciente realizará ejercicios con lo aprendido en las sesiones de fisioterapia. Con todo esto, según la gravedad inicial de la incontinencia, podemos conseguir una mejora significativa del problema, que puede evitar en muchos casos el paso por el quirófano.
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