Desde hoy ya se pueden comprar sin receta médica en las farmacias test de antígenos para detectar la COVID-19. Así lo publicaba esta mañana el Boletín Oficial del Estado (BOE), que recoge el nuevo Real Decreto Ley aprobado ayer por el Consejo de Ministros. Su precio, establecido por el Gobierno central, rondará entre seis y diez euros.
Hablamos con el farmacéutico Miguel Valero, quien nos explica que hay que diferenciar entre tres tipos de test: saliva, nasal y de sangre, y aclara que para adquirir este último se sigue necesitando receta. Valero destaca que “depende de la sensibilidad de la prueba, pero, en general, antes de las 48 horas no hay ninguna que detecte la presencia del virus en el cuerpo, por lo que es necesario esperar cuatro o cinco días tras el contacto estrecho con una persona positiva para que haya más carga viral y no salga un falso negativo”. Asimismo, señala que estos test tienen que ser bien usados y explica que en el caso de “que salga positivo, la persona debe ir al médico a hacerse una segunda prueba para asegurarse, y tras ello se debe dar una comunicación oficial a Sanidad”.
Uno de los test que se pueden vender sin receta es el de saliva, uno de los menos conocidos, pero al igual que los otros tienen una efectividad de alrededor de un 98%, y funcionan de la siguiente manera: “es un test que se hace carraspeando. Lo primero que debemos hacer es poner el líquido reactivo dentro del tubo, que trae dos marcas: una para el líquido y otra para la saliva, se llena con esta última hasta donde marca y una vez lleno se tapa y se agita. Extraemos el casete del sobre y con la pipeta se coge la muestra a la cual se le aplican tres o cuatro gotas del líquido reactor. En aproximadamente 10 minutos se obtiene el resultado”, explicó Valero.
Por último, cabe recalcar que son test para detectar la enfermedad si se está pasando, a través de ellos no se puede ver si se han generado anticuerpos, excepto si es el de sangre.
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