Los pescadores llenan semanalmente las costas de Mijas, un enclave privilegiado, en el que algunos dejan sus basuras tiradas por la arena a escasos metros del cubo, una práctica que contamina el litoral y fastidia al resto de usuarios. 

En las últimas décadas, la actividad pesquera en Mijas se ha convertido en una práctica meramente recreativa, un entretenimiento deportivo que llena cada fin de semana las playas de nuestro litoral a la llamada de la riqueza de nuestros parajes.

No olvidemos que Mijas también es singular por la naturaleza de sus costas. Catorce kilómetros en los que se intercalan playas de fina arena y zonas de rocalla, formando uno de los enclaves naturales más importantes del sur de Europa. Pero no solo hablamos de la rica flora marina que, a su vez, atrae rica fauna, sino también de una orografía subacuática particular que propicia la presencia de peces durante las corrientes de levante.

Es decir, las costas de Mijas también son atractivas para la pesca por el desnivel que presenta su fondo marino, hasta donde las especies son arrastradas por la pleamar los días en que el aire y el mar se mueven hacia el Estrecho de Gibraltar.

La localidad es, por tanto, un referente para muchos pescadores malagueños, algo que podemos certificar con una visita a nuestras costas en un atardecer durante el fin de semana.

Playa de la Luna, 19:00 h.

Antonio y Cristóbal son cartameños y buenos aficionados a la pesca; habitualmente, suelen decidirse por la zona comprendida entre Cabopino y la Playa de la Luna, en Mijas, donde se encuentran esta tarde. “Llevamos casi ocho años pescando”, dicen mientras se resguardan del viento. “Hay que tener licencia para pescar así [en la orilla], pero normalmente nunca te la pide la Guardia Civil”. “Vienen, miran, ven que todo está en orden y se van”, afirman conscientes de que no hacen ningún mal, a pesar de que el despliegue de aparejos y viandas para pasar la noche pescando es notable.

“Nosotros lo recogemos todo y lo dejamos limpio, pero en esto hay de todo, hay muchos pescadores que no se molestan ni en desenredar el anzuelo y tal y como recogen el hilo lo cortan con la tijera y lo dejan tirado. Eso se lo puede comer un perro o lo puede pisar un chiquillo”, apuntan preocupados por esas prácticas. “Al final, pagaremos todos por esa gente”, concluyen.

A unos 100 metros, Lucía disfruta de la tranquilidad de la playa a esas horas de la tarde. “Es una vergüenza cómo dejan la playa los pescadores, no tienen ningún respeto por el resto. No es la primera vez que alguien, paseando, se clava un anzuelo o se corta con una lata de atún vacía”, dice indignada por estas prácticas incívicas de muchos.

Como diría el refranero, a grandes males, grandes remedios; así que todos podemos contribuir concienciando, informando y aportando ideas para solucionar este problema. “Habría que hacer como en otros sitios cuando solicitan la playa para hacer moragas, obligarles a pedir permiso, asignarles un lugar y decirles que si a la mañana siguiente no está limpio, se les multa”, añade Lucía consciente de que todo parte de la educación y convivencia de los pescadores.

Playa de Calahonda 20:12 h.

Casi es de noche, Petro y otros cuatro amigos vienen desde Málaga. “Ellos no saben pescar, hemos sacado esta mañana la licencia y aquí estamos”, comenta. Al parecer, tan solo es necesario un D.N.I. y pagar las tasas, unos seis euros, para tener la autorización al momento. “Además, te dura unos tres años”, añade. “Vienes, echas un buen rato con los amigos y, mientras, pruebas suerte, por si pican”.

Tampoco es una actividad cara, ya que va “desde los 30 o los 40 euros a lo que te quieras gastar en comprar un equipo de pesca”, esgrime Petro. A la pregunta de si son respetuosos con el entorno, Petro y sus amigos son claros. “¿Ves todo esto? Tenemos la bolsa preparada y a la basura”, dice señalando los cubos con el distintivo municipal de la playa.

Playa del Bombo 20:55 h.

Las playas de La Cala registran una mayor afluencia de pescadores a esta hora de la noche. Lucas Ramos es fuengiroleño y en el año 2008 fue Campeón del Mundo de Pesca Deportiva. “Los pescadores de verdad se preocupan más que los aficionados. Conozco muchos que son muy sucios y otros que limpian la mierda de los demás”, dice Lucas mientras le preguntamos por la limpieza de las playas.

Otro aficionado a la pesca, de Las Lagunas, se acerca. “Al final, pagaremos justos por pecadores porque seguro que endurecen la normativa por culpa de unos pocos”, añade mientras conversamos sobre las prácticas poco higiénicas de muchos usuarios.

Según datos de la delegación Provincial de Agricultura y Pesca, en nuestra provincia hay 21.690 licencias de pesca Clase 1 y 6.846 de Clase 2, autorizaciones para llevar a cabo estas prácticas desde la orilla y embarcación respectivamente, todas, como apuntábamos, con nuestro término municipal como referencia por la calidad de su fauna.

Luis, pescador malagueño, acerca de la obtención de este documento expedido por la Junta de Andalucía, dice que “deberían hacer algún tipo de examen o prueba, que los interesados tengan que estudiar la importancia de mantener las playas limpias”.

Soluciones para un problema en el que todos tenemos algo que decir, como usuarios y como vecinos, concienciando a estos indeseables “deportistas” y haciendo prevalecer prácticas respetuosas en nuestras playas por el bien de todos. Porque si nuestras costas son la joya de la corona, no hay excusas para que entre todos sigamos puliendo el brillo que atrae a miles de turistas y residentes cada año, el sustento económico de las familias mijeñas que tampoco pueden pasear por sus playas en paz.

Lo que dicen las leyes

Normativa local
Según la ordenanza reguladora de playas en Mijas, en el apartado referente a la pesca deportiva, se especifica que no se puede pescar fuera de los lugares y horarios establecidos con el fin de evitar molestias a los usuarios, estableciéndose una franja de 6 metros desde la orilla en pleamar como servidumbre de paso.

Asimismo, se fija un horario específico, de 21:00 a 9 horas, supeditado a la no presencia de usuarios, en el periodo comprendido entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. Salvo la noche del 23 de junio y el 16 de julio por causas festivas. En el apartado de limpieza e higiene al que atañe este reportaje, la ordenanza municipal es clara en su artículo 19, punto 1: “Queda prohibido arrojar en la playa o en el agua del mar cualquier residuo, como papeles, comida, latas, restos vegetales, colillas, aparejos de pesca, etc”.

Normativa autonómica
Según la normativa andaluza, la licencia Clase 1 y 2 para pesca deportiva no profesional permite la pesca exclusiva de peces en las costas andaluzas siempre que se respeten las tallas mínimas y las épocas y zonas de veda.

A su vez, cada licencia solo tiene autorización para el uso de dos cañas o aparejos, quedando prohibida la pesca del Atún Rojo y no excediendo, el volumen total capturado, los 5 kilogramos. Casualmente, el texto no recoge la obligatoriedad de mantener limpias las zonas usadas para el desarrollo de la actividad.

Régimen Sancionador
Según el régimen sancionador de la ordenanza reguladora de playas, las infracciones en materia higiénico-sanitaria pueden ser catalogadas como graves con multas de hasta 1.500 euros, así como muy graves, de hasta de 3.000 euros. Según el asesor municipal de Playas y Litoral, Salvador Moreno, “antes era competencia exclusiva de la Guardia Civil; ahora cualquier persona puede llamar a la Policía Local, ellos se encargarían de comunicarlo al Seprona”.

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