Saltan las alarmas en el colegio Las Cañadas, pero los nervios no se apoderan de la situación. Todo lo contrario, de una forma tranquila y ordenada, los alumnos acompañados de sus profesores van saliendo de las aulas para dirigirse al patio. Se trata de un simulacro de emergencia que tiene como objetivo conocer el tiempo de respuesta de los 950 alumnos y del resto de personal docente del centro ante una situación real, cómo reaccionar y desarrollar el desalojo por los puntos más adecuados y seguir las indicaciones establecidas en el Plan de Autoprotección del colegio. “Primero, se les explica a los niños que se trata de una situación de mentira, pero que se lo tienen que tomar en serio porque sirve para ver cómo tenemos que hacerlo si ocurriera de verdad una situación de emergencia”, nos comenta la coordinadora del Plan de Autoprotección del CEIP Las Cañadas, Ana Iglesias.

Entre alumnos, profesores, monitores de comedor o el personal de secretaría, han sido 1.030 personas las que han participado en este simulacro de evacuación batiendo su propio récord, “ya que el año pasado tardamos cuatro minutos con cuarenta segundos, y este año, solo hemos tardado en salir cuatro minutos con cuatro segundos”, apuntó Iglesias.

El Plan de Autoprotección escolar obliga a los centros a realizar este tipo de ejercicio durante el primer trimestre del curso, permitiendo así detectar posibles deficiencias como que la sirena de alarma no funcione, que su sonido no llegue a todo el edificio o que las vías de evacuación resulten inapropiadas, aspectos que no se han dado en Las Cañadas, donde el plan ha funcionado a la perfección.

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