Tal vez fue usted uno de los que hizo el cambio del año tomando las uvas, una por cada mes por venir. Si fue así, ¿tenía deseos que pedir? Quizá también fue de aquellos que confiaron su suerte a la lencería roja, al oro en una copa de champagne, o a cualquiera de los múltiples rituales que existen. Sin duda, tradiciones divertidas, pero de muy dudosa eficacia.
En vez de aquellos rituales, he aquí algunas consideraciones, que requieren de su implicación activa y constante, para que el 2012 sea diferente. Tal vez le resulten incómodos y despierten su pereza, pero es el camino para su prosperidad personal.
1. Tenga objetivos y expectativas realistas, y no se dedique a esperar a que la providencia reparta. Y si de verdad desea algo, acompañe esas palabras de alguna acción. Igual que la inspiración le tiene que pillar trabajando, las oportunidades le llegarán en movimiento.
2. Establezca una diferencia entre bailar con las contingencias y buscar las oportunidades. Porque una cosa es dejarse llevar y decidir en función de las circunstancias, y otra cosa es conocer las propias prioridades y actuar en consecuencia, esto sería construirse realmente la vida que uno quiere.
3. Analice sus gustos y fomente esas cosas que mantengan y alimenten su bienestar emocional. Deje que los sentidos se impresionen por cosas hermosas: una pintura, la música, una ciudad, el deporte, la compañía, y no solo por el escándalo y el cotilleo.
4. Entienda que hay que comprometerse, invertir y participar. Porque el interés se produce a menudo después de la participación. Sino provocamos una cosa nunca sabremos si nos interesa. Más de uno tendría que esperar a otra vida para que el interés por algo le indujera a participar.
5. Acepte que existen los sentimientos de tristeza, pena, soledad, enfado, -que no han de ser ni tan fuertes ni tan constantes-, y a pesar de eso tendrá que continuar fiel a sus compromisos, y no depender del estado de ánimo para funcionar. Además hay que aceptar que cierta cuota de ambivalencia, es normal, y a pesar de ello también hay que seguir adelante.
6. En definitiva, acepte lo que significa ser una persona: cosechar triunfos y fracasos, saber unas veces, e ignorar otras, ilusionarnos y decepcionarnos. Ser una persona significa que, para conocer algo o a alguien, hace falta comprometerse y dedicar tiempo.
7. ¡La vida es una lucha! Despréndase de la idea de entender lucha como sufrimiento o como algo inferior. Más bien luchar es implicarse. Lo que sucede es que la sociedad cree que los éxitos sin lucha son lo bueno. Sería el síndrome “algo a cambio de nada”.
Como ven son consideraciones que solo prometen trabajo y ninguna garantía de éxito. Aún así, es el camino más acertado para que el 2012 sea favorable, propicio, venturoso, y cualquier sinónimo de próspero. Un adjetivo que no necesariamente tiene que ir unido a dinero o trabajo, puede unirse a otros sustantivos como experiencia o bienestar psicológico. En cualquiera de sus uniones, les deseo un próspero 2012.
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