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Miércoles 04/12/2024

Un vecino de Mijas ayuda en la activación de la calera.

Transporte de las piedras y el combustible para la calera de Cuesta Borrego.

Montaje de la calera.

Los maestros caleros trabajan en el horno de cal.

Muchos vecinos de Mijas han colaborado con la reactivación de la calera.

El prendido de la calera ha dejado una gran humareda.

La calera ha de estar encendida varios días.

Humareda negra en el segundo día de prendido.

Reportajes

Mijas, tierra de cal

  • La tradición se da la mano con los tiempos modernos para rescatar una de las más antiguas señas de identidad del municipio

El colectivo Enharetá, en colaboración con vecinos y el Ayuntamiento, activan la antigua calera de Cuesta Borrego

Es imposible saber con exactitud cuándo se descubrió por primera vez la cal. Nos tendríamos que remontar al año 7.500 a. de C., cuando los antiguos pobladores del actual Jordán consiguieron crear una especie de yeso a partir de cal usada para recubrir paredes, suelos y fogones. Ya en los siglos XIV y XV, en el sureste de Inglaterra, los artesanos solían aplicar pastas de cal decorativas en los exteriores de los edificios. También durante el Renacimiento, la cal se usó en las artes plásticas y en la pintura.

En cuanto a su fabricación, actualmente la industria de la cal se nutre de la más y mejor maquinaria para producirla. Sin embargo, ¿se han preguntado cómo fabricaba la cal un pueblo como Mijas, referente en la producción de este material en Andalucía? Pues bien, la respuesta la podemos encontrar echando un vistazo a la historia de nuestra tierra.

El colectivo etnológico Enharetá, en su afán por no perder las costumbres y tradiciones -tanto tangibles como no- propias de la cultura mijeña, así como sus oficios, quiso activar una pequeña calera para que las generaciones venideras conozcan esta labor y sus características que durante años fue parte de nuestra idiosincrasia.

Tras meses intentando poner en marcha el proyecto, el colectivo, en colaboración con vecinos de Mijas y el propio Ayuntamiento, prendieron este antiguo horno de cal en Cuesta Borrego, entre los diseminados de Valtocado y La Alquería. Debido a la lluvia, la calera de Cuesta Borrego tuvo que esperar varias semanas para proceder a su encendido, algo que ya se ha llevado a cabo. “Es una iniciativa más del colectivo etnológico Enharetá”, explicó Huan Porrah, miembro del mismo, “que consiste en la activación de una calera a la manera mijeña, algo que, hace mucho tiempo, no ocurre en Mijas”.

 

Colaboración institucional

La concejala de Patrimonio Histórico, Laura Moreno (PSOE), también estuvo presente, el pasado 8 de mayo, en el encendido de este antiguo horno de cal. “Nos hemos puesto a disposición del colectivo para lo que ellos necesitaran, tanto leña y combustible, como cualquier otra cosa”, indicó Moreno.

Según la edil, desde el departamento ayudarán y colaborarán con todas y cada una de las asociaciones que quieran recuperar las tradiciones locales, ya que, explicó la edil, no hay que olvidar de dónde venimos. Moreno también quiso mostrar su “agradecimiento por la labor que están realizando, reactivando todas las tradiciones y cultura mijeñas y además agradecer eternamente a los hermanos Leiva la activación de estas caleras, porque ellos son los que nos están enseñando la tradición y cómo vivían nuestros mayores”.

 

La labor del colectivo Enharetá

Además de llevar a cabo la activación de la calera en la zona de Cuesta Borrego, el colectivo Enharetá también lleva a cabo otros proyectos. Así, se define como un grupo de “ciudadanos por el estudio, la defensa y activación del patrimonio etnológico, histórico y cultural” de Mijas, según el colectivo. “Esta actividad”, comentó uno de los miembros del grupo, Juan Alarcón, “entra dentro de las actividades del colectivo con el objetivo de conservar el patrimonio etnográfico de Mijas”.

Afirman también que son vecinos mijeños preocupados “por el devenir de la cultura andaluza local en sus distintas formas de patrimonio”, por lo que decidieron formar este colectivo para que la globalización no manche la imagen de Mijas y todas sus tradiciones y costumbres. “Nosotros no solo conservamos el patrimonio tangible, sino también la sabiduría y las tradiciones” de Mijas, declaró otro miembro de Enharetá Huan Porrah.

El colectivo, afirman, está encaminado a llevar a cabo proyectos que doten de importancia los elementos patrimoniales propios que hacen del municipio lo que es y lo que fue. Enharetá, construido como un grupo de investigación-acción, se propone utilizar las vías del estudio del patrimonio etnológico mijeño, su defensa y su activación mediante el uso real y simbólico de la cultura.

La razón de ser del colectivo radica en contrarrestar esa ruptura con el pasado reciente de Mijas, según ellos, y recuperar tradiciones y costumbres antiguas para que futuras generaciones conozcan de primera mano las señas de identidad que dotaban -y dotan- a la localidad de esa riqueza cultural y social que tanto la caracteriza.