Las hormonas tiroideas son las encargadas de estimular distintos tejidos del cuerpo para que produzcan proteínas, y de aumentar la cantidad de oxígeno que usan las células.
El hipotiroidismo es un trastorno de la tiroides que afecta a la glándula tiroides y provoca que se produzca una menor cantidad de hormonas tiroideas (tiroxina y triyodotironina) de lo habitual.
Causas
La causa más común es la tiroiditis o enfermedad de Hashimoto, una inflamación de la glándula tiroides. La hinchazón se produce a causa de un ataque del sistema inmunitario, por infecciones virales como un resfriado común, infecciones respiratorias o un embarazo. Este ataque autoinmune daña a las células de la glándula, lo que provoca alteraciones en la producción de hormonas.
La segunda causa responde a la tiroiditis posparto, que es asintomática. Esta tiroiditis provoca hipertiroidismo seguido de hipotiroidismo, y en el 80 por ciento de los casos se superan al cabo de un año.
El hipotiroidismo también puede ser heredado de manera congénita, o adquirida poco después de haber nacido.
Existen factores de riesgo que aumentan las posibilidades de sufrir hipotiroidismo:
- Que algún familiar haya tenido problemas endocrinos o bocio.
- Tener más de 50 años.
- Padecer una enfermedad autoinmune que ataque a las células tiroideas y sus enzimas.
- Haberse sometido a una radiación en el cuello o cabeza a la hora de tratar un cáncer o hipertiroidismo.
- Algunos tratamientos como el litio o la amiodarona.
- Dieta baja o en exceso de yodo: el yodo es necesario para sintetizar las hormonas tiroideas. En exceso puede dañar a la glándula.
- Haber extirpado parte o toda la glándula tiroidea a causa de un cáncer o la enfermedad de Graves.
- El síndrome de Sheehan, una afección del embarazo en la que la mujer sangra mucho durante el embarazo a causa de haber dañado la hipófisis, una glándula endocrina.
Síntomas
Depresión.
Reducción del ritmo cardiaco, latido irregular o arritmia. Esto podría provocar una bradicardia que en casos extremos puede ser grave.
Presión arterial baja y colesterol.
Fatiga y somnolencia.
Dolor muscular y articular.
Aumento de peso independientemente del tipo de dieta que se lleve a cabo.
Estreñimiento o heces duras
Periodos menstruales anormales y problemas de fertilidad.
Piel, cabello y uñas débiles.
Rostro, manos y pies hinchados.
Disminución de libido.
Diagnóstico
Se realiza un análisis de sangre para medir el nivel de la hormona estimuladora del tiroides, llamada TSH, y de tiroxina. Igualmente, se hacen exámenes para comprobar los niveles de colesterol, hemograma, enzimas hepáticas, prolactina y de sodio.
En los casos en que se produzca el hipotiroidismo a causa del bocio, se lleva a cabo una ecografía tiroidea.
Tratamiento
El tratamiento depende de la gravedad con la que se detecte el hipotiroidismo, así como la edad del paciente y la existencia de otras enfermedades. De forma general se usa un tratamiento con levotiroxina, que se administra por vía oral en forma de pastilla. La levotiroxina repone el nivel de hormonas que el paciente debería tener, por lo que la dosis variara entre diferentes personas afectadas.
Posteriormente, el paciente tendrá que someterse a revisiones cada dos o tres meses durante el comienzo del tratamiento para comprobar su nivel de hormonas. Tendrá que seguir tomando levotiroxina durante el resto de su vida, así como acudir a revisiones periódicas.
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