Hacer frente a una multa nunca es plato de buen gusto pero, con la crisis y la situación de desempleo prolongado que atraviesan muchas personas, el pago de las sanciones se ha convertido en algunos casos en algo prácticamente imposible. Un cierto volumen de las multas que se imponen en Mijas anualmente traspasa periodos de pago y acumula recargos, lo que provoca angustia en los ciudadanos afectados y pérdida de tiempo y recursos en el caso de la administración. Con la idea de proporcionar otra alternativa a esta encrucijada, en julio de 2014 entraba en vigor el nuevo Reglamento de Sustitución de Sanciones por Trabajo en Beneficio de la Comunidad, una normativa que permite canjear el pago de ciertas multas por una serie de horas realizando trabajos beneficiosos para el municipio.
El 16 de septiembre del mismo año se decretaba la primera resolución basada en dicho reglamento. Un vecino tenía la opción de hacer frente a una infracción mediante la realización de una actividad de limpieza viaria en tres jornadas.
“Estamos muy satisfechos con el funcionamiento del reglamento por un doble motivo: en primer lugar, porque entendemos que es integral, es decir, que no diferencia entre edades, condición laboral o tipo de sanción. Además, cabe destacar que la sustitución solo excluye las sanciones muy graves y sí incluye las de tráfico de nuestra Policía Local. Es, por tanto, un reglamento al que se pueden acoger todos. En segundo lugar, es una satisfacción comprobar cómo, tras elaborar la norma, esta está funcionando y está siendo aceptada por los ciudadanos”, explica el edil de Asuntos Jurídicos, Miguel González-Berral.
“Queríamos eliminar el afán recaudatorio que a veces percibe el usuario y, sobre todo, ayudar a las personas que están pasando una mala situación”, añade al respecto el edil de Policía Local, Juan Carlos González. “Pensamos que de esta forma podían beneficiarse ambas partes, el sancionado, al poder hacer frente a la multa, y el municipio, al recibir el trabajo en un área necesaria como la limpieza viaria o Protección Civil”.
Para poner en marcha esta iniciativa, pionera a nivel municipal, el Ayuntamiento tuvo que negociar con el Patronato de Recaudación dependiente de la Diputación Provincial de Málaga. “Actualmente, Mijas tiene cedida la gestión de las multas a la Diputación. Ellos son los que establecen las cuantías de las multas y lo que se puede o no hacer. Les explicamos la cantidad de casos que teníamos en el municipio que no podían hacer frente a las sanciones económicas y la alternativa les pareció bien”, aclara el edil de Sanciones, Marco Cortés.
Desde entonces 64 vecinos se han sentido más aliviados a la hora de tener que ‘hacer cuentas’ con la localidad.
¿Qué es trabajo a la comunidad?
El trabajo a la comunidad es la prestación de la cooperación personal no retribuida en determinadas actividades de utilidad pública, con interés social y valor educativo, que sirve de reparación ante la comisión de una infracción. En el caso de Mijas, los trabajos pueden desarrollarse en cualquier ámbito de actividad de la competencia municipal.
Más del 55% de los beneficiarios tienen edades comprendidas entre los 30 y los 65 años La historia de Laura
“Cuando me multaron me vine abajo. No sabía cómo afrontar el pago, estoy en desempleo y algo así te descuadra las cuentas”, rememora Laura Godina mientras esboza una mueca. “Me acerqué a la Jefatura de Policía Local para explicar mi situación y me acogieron muy bien. Hasta el punto de que los agentes me hablaron de la posibilidad de canjear la multa por un trabajo a la comunidad”. Como los otros 63 beneficiarios con los que cuenta el programa hasta ahora, Laura rellenó la solicitud e inició el expediente. “Un equipo se encarga de valorar las solicitudes que recibimos”, explica el coordinador de Seguridad del municipio, Francisco Montilla. “Todas las sanciones no nos parecen canjeables, ya que hay algunas, como aparcar en plazas reservadas a discapacitados, que para nosotros son conductas muy reprobables”. Si la solicitud recibe el visto bueno, en pocos días el solicitante comenzará su actividad en beneficio de la comunidad, teniendo en cuenta que el valor de la compensación de la hora de trabajo es de 7,62 euros.
En el caso de Laura, fueron 14 horas divididas en dos jornadas, que realizó de manera íntegra en la sede de Protección Civil. “Allí, bajo la supervisión del coordinador, Antonio Cruz, desarrollé diversas tareas, como limpieza y mantenimiento de la sede y de los vehículos. Estoy muy agradecida y muy contenta, y creo que otros ayuntamientos deberían hacer lo mismo. Eso es mirar por el bienestar del ciudadano y ofrecer una alternativa cuando no puedes hacer frente al pago de la sanción”, afirma Laura.
El valor de la hora de trabajo comunitario es el del Salario Mínimo Interprofesional más un 50 por ciento Aunque ver cómo la grúa se había llevado su coche y recibir una multa le supuso un mal trago, nuestra protagonista dice sentirse satisfecha a día de hoy: “Lo mío fue un despiste, pero hay que tener cuidado porque los despistes se pagan [risas]. No obstante, estoy contenta de haber prestado mi ayuda a la localidad que tan bien me ha acogido. Poco a poco, y aunque sea de esta forma, voy descubriendo los programas y servicios que ofrece el municipio”. Tan contenta está Laura de residir en Mijas que se ha animado incluso a componer un poema sobre el municipio, aunque eso, como se suele decir, es otra historia.
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