Estamos estrenando año y quizá sea usted de esas personas que no está satisfecha con su vida y que anda quejándose casi a diario y además tampoco tiene ninguna propuesta para tomar otro rumbo. Para personas como usted, para poder seguir sufriendo, les dejo estos consejos de Ernesto Maruri:
1.-No te responsabilices de lo tuyo: échale la culpa a los demás y a las circunstancias, y si eso no te vale, cúlpate.
2.-Procura saber nada de esa parte tuya inconsciente que te hace tropezar una y otra vez con la misma piedra. Considéralo un cúmulo de casualidades, no un automatismo sintomático que te impulsa a repetir más allá de la fuerza de voluntad y de los buenos propósitos.
3.-No pienses, actúa. No pienses ni antes ni después de actuar. “Goza”, nada más.
4.-Si el sufrimiento se te va de las manos, ve a que te pongan pastillas en la mano. Ni se te ocurra añadir un tratamiento psicológico en que te plantees qué tienes que ver con lo que te pasa y cómo puedes resolverlo.
5.-Quéjate y quéjate. Quéjate hasta de quejarte tanto. Incluso, quéjate de no quejarte. Sé una queja con piernas que gira sobre sí misma. Harta a los otros, pero no te hartes de hartarte a ti de tanto quejarte.
6.-Come, come, o pasa de una dieta a otra. Compra, compra. Conduce lo más aprisa posible. Bebe para no recordar. Drógate para que te parezca que intensificas tu vida.
7.- Trágate un libro de autoayuda cada semana. Acude a videntes y sanadores que garanticen al 100% la curación (rápida, claro) y que te digan lo que tienes que hacer.
8.-No vivas: sobrevive. Lleva una vida mortecina. No colorees tu vida.
9.-Guíate por lo que los demás deseen y quieran de ti. Tus propios deseos no son legítimos: sométete. ¿Quién va a saber mejor que tú lo que te conviene? Los demás, por supuesto.
10.-Olvida tu historia. Olvida lo que sientes. Olvídate de recordar. Olvídate de ti.
11.-Sé un “cobarde psíquico”: no te enfrentes a los desafíos de tu vida ni te encomiendes la tarea de saber más de lo que te bloquea. No pidas ayuda. No descubras las llaves con que abrirte a la senda de la valentía. Retrocede ante ti. Escóndete de ti. En vez de crecer, ménguate.
12.-Nunca te preguntes el porqué ni el para qué de tus desdichas. Mantente siempre en tarifa plana mental. Y no la pagues. Apágate: OFF.
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