Esta semana ha sido intensa para los integrantes del departamento de Zonas Rurales. Y es que han tenido que compaginar las actuaciones motivadas por las fuertes lluvias del sábado con el plan de mejora de los caminos municipales, una acción que llevan desarrollando desde mediados de 2011, cuando se acometió el arreglo del tramo Cerros del Águila-La Alberquilla.
El espíritu de este proyecto no es otro que igualar las condiciones de vidas de los ciudadanos en un municipio en el que buena parte de la población se concentra en urbanizaciones y diseminados alejados de los tres grandes núcleos urbanos. “Cuando asumí las competencias de Zonas Rurales apenas había unos cuantos caminos arreglados”, explica el edil del área, Cristóbal González. “Nuestra idea fue desde un primer momento interconectar el término municipal aprovechando esta red de caminos que permiten moverte de una zona a otra”.
La medida ha sido muy bien acogida por los ciudadanos de las áreas rurales, que llevaban años demando más atención. Sin embargo, no han sido los únicos en sacar partido de estas mejoras. Los servicios de emergencias, como Bomberos o Policía Local, y los ciudadanos en general, cuando se ha producido algún siniestro, han podido usar estos caminos como vías de evacuación.
González deja claro que se trata de senderos históricos y no de tramos nuevos: “Este Ayuntamiento no ha concedido ni una sola licencia para caminos nuevos. Lo que estamos haciendo es adecentar los que ya existen y dar un acceso seguro a los vecinos”. Para acometer los trabajos, Zonas Rurales cuenta solo en 2014 con una partida de casi dos millones de euros y con una plantilla de un ingeniero, dos capataces, dos albañiles y dos desbrozadores de Servicios Operativos. A estos se une una cuadrilla de 15 trabajadores de Renta Básica para hormigonar, otra de 12 para desbrozar y otra de 8 para podar.
El proceso de hormigonado
Para el hormigonado se siguen dos procesos. En algunos casos, el Ayuntamiento asume la mano de obra y el material, mientras que, en otros, son los vecinos los que realizan el trabajo. Una vez decidido, se procede a la preparación del camino, con el alisado del terreno, canalizaciones de cunetas, peraltado de las curvas y la inclinación para las aguas. Es entonces cuando se extiende el hormigón que, posteriormente, se ‘peina’ para evitar el deslizamiento de los vehículos. “Antes, los vecinos tenían que hormigonar casi a escondidas y no aplicaban estas medidas”, explica González, “ahora se les deja participar en el proceso y pueden arreglar incluso su entrada”. Así lo corroboran vecinos como Juan Quero, presidente de la AVV de Valtocado, que añade que “antes, las personas mayores tenían miedo a conducir en invierno”. Algo parecido ocurría en Entrerríos, donde la presidenta de la AVV, Soledad Ruiz, explica que la época de lluvias era “muy peligrosa”. Ahora, gracias al hormigonado de los caminos, su mantenimiento es menos costoso y, además, las lluvias no provocan daños como hundimientos o aparición de piedras. De hecho, la colocación de badenes en ríos y arroyos ha hecho que se pueda pasar cómodamente por ellos la mayor parte del año.
{tab “Ahora un vehículo de emergencias puede moverse por todo el término de Mijas”}
Cristóbal González tenía muy claro su objetivo cuando asumió la concejalía de Zonas Rurales en 2011: “Unir todas las zonas rurales con el casco urbano, así como todo el término de Mijas”. No se trataba de una aspiración superflua, sino que, detrás de ese empeño se encontraba la voluntad del equipo de Gobierno de hacer un municipio más seguro y accesible.
“La idea era mejorar la accesibilidad de los vecinos que residen en zonas rurales pero, sobre todo, permitir que los servicios de emergencia pudieran cruzar el término mijeño de un lado a otro, algo vital en caso de accidentes, incendios y otro tipo de sucesos”.
A fecha de hoy, este objetivo está alcanzado. De hecho, el término de Mijas esta comunicado incluso con Marbella, Ojén y Alhaurín el Grande, lo que ha facilitado mucho la labor de los efectivos durante los grandes incendios que se han producido en este tiempo.
No obstante, el trabajo de Zonas Rurales en los caminos no se ha limitado al hormigonado, sino que ha ido mucho más allá: “Se trata, en definitiva, de mejorar la calidad de vida del vecino que no vive en un núcleo urbano. Hemos hormigonado numerosos caminos pero, además, estamos aprovechando nuestro paso para cambiar tuberías (de la actuación se encarga Acosol), soterrar cables, introducir tritubos para las conexiones de telefonía e Internet y, por supuesto, limpiar y desbrozar los aledaños de los caminos”, afirma González.
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