Los niños deberían de ser los últimos perjudicados de los conflictos entre naciones. Sin embargo, este hecho no se cumple en la vida real. Este es el caso de los más de 100.000 refugiados saharauis (según el Frente Polisario) que se asientan en los cuatro campamentos de Tinduf (Argelia) esperando una salida política a su problemática.
Para aliviar la situación de los menores saharauis, las asociaciones españolas de amistad con este pueblo llevan a cabo desde hace décadas un programa de acogida en los meses de julio y agosto. Bajo el título ‘Vacaciones en paz’, dos niños, Hela Ahmed Salem y Abdalahi Humaid Aali Salem (de 10 y 9 años respectivamente), conviven con dos familias mijeñas este verano. “Llevo quince años implicada en esta causa y, a estas alturas, forma parte de mi manera de ser y de vivir”, explica la que fuera presidenta durante diez años del colectivo mijeño de amistad con el pueblo saharaui, María del Carmen Cortés. En estos momentos, acoge a Hela, que es hermana del primer niño que albergó en su hogar hace ya 16 años. “Te cambia la vida, es una experiencia enriquecedora, te hace darte cuenta de las duras condiciones en que viven”, relata.
Enfrente, el caso de unos primerizos. Para David Torres y su esposa, Silvia Peinado, es la primera vez que se suman a esta iniciativa. “Tanto para Abdalahi como para nosotros es algo nuevo, no lleva ni diez días con nosotros y son muchas las anécdotas, como cuando se montó por primera vez en el ascensor”, señala David. “Al principio, fue complicado, sobre todo, con las comidas y el idioma, pero es un niño que se está adaptando muy rápido; ahora se lo come todo y puedes mantener una pequeña conversación con él”, indica Silvia.
Tanto en un caso como en otro, la piscina y la playa son dos de sus lugares preferidos. Y para David, el hijo de David y Silvia, y para Manuel, de María del Carmen, la llegada de Abdalahi y de Hela les ha reportado dos amigos nuevos. “En realidad, pasamos el verano con nuestra segunda familia, se crean lazos que después no se pueden borrar”, comenta el actual presidente de la agrupación local, José Moreno.
A título particular, María del Carmen Cortés reconoce que echa de menos que en Mijas se dé la bienvenida a estos niños por parte de las instituciones, igual que ocurre en otras localidades. “Además, antes nos regalaban entradas al Parque Acuático, lo cual es de agradecer y un alivio para estas familias”, subraya. “Los billetes del traslado, que cuestan más de 500 euros, los obteníamos de la barra del Día de los Pueblos, algo que este año no ha sido posible”, continúa y aclara que “la subvención municipal la empleamos para la campaña de recogida de alimentos”.
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