La Policía Local de Mijas detuvo en la noche del pasado 25 de abril a un hombre acusado de cometer un delito de alteración del orden público, dos contra la autoridad –de desobediencia y de resistencia- y dos contra la seguridad vial, por conducir bajo los efectos del alcohol y por negarse a que se le practicara la prueba de alcoholemia.
Los hechos ocurrieron sobre las 22 horas del pasado viernes, cuando una patrulla de agentes que circulaba por Las Lagunas advirtió un vehículo que era conducido de forma extraña y a una velocidad inadecuada. Además, los policías pudieron comprobar que una de la puerta trasera izquierda estaba abierta y que uno de los ocupantes del coche sacaba ocasionalmente las piernas del habitáculo.
Por ello, se aproximaron hasta este vehículo y ordenaron a su conductor, un hombre de mediana edad, que lo detuviera. Tras conseguirlo, este se bajó del coche y fue entonces cuando los funcionarios observaron que presentaba síntomas de estar bajo los efectos del alcohol.
Los agentes le requirieron entonces su documentación, que dio tras mostrar una actitud chulesca y desafiante, según reza el acta policial. Así, lo identificaron como J. L. G. G., nacido en el año 1965 y con domicilio en Mijas y lo invitaron a realizar una prueba de alcoholemia para determinar si este se encontraba en estado de embriaguez.
Sin embargo, el individuo hizo caso omiso a las instrucciones de los policías, que una y otra vez le insistieron para que se le practicara el citado examen, a lo que se negó de forma agresiva, poco después.
Ante esto, los funcionarios se vieron obligados a reducirlo y a detenerlo acusado de varios delitos, concretamente el de alteración del orden público, desobediencia, resistencia así como dos delitos contra la seguridad vial, uno de ellos por conducir bajo los efectos del alcohol y el otro por negarse a realizar la prueba de alcoholemia.
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