Un año más, la imagen de Jesús a lomos de su burra salía a la calle, aunque, esta vez, fuera por poco tiempo. La Pollinica marcaba el inicio de la Semana Santa en Mijas. El Domingo de Ramos empezaba y lo hacía con algunos cambios. Las obras en la iglesia de la Inmaculada trasladaron los actos de la celebración a la iglesia de Los Remedios. Desde El Barrio partía la comitiva que emprendía el camino con palmas y olivos hasta La Muralla.
Allí, los cadetes y juveniles del Club Deportivo Mijas se preparaban para convertirse en hombres de trono. “Es una tradición, y la seguiremos cumpliendo mientras se nos permita”, afirmaba Julio Garrido, presidente de Honor del CD Mijas. Y cumplieron con la costumbre pero no todo lo que les hubiera gustado, porque nada más sacar la imagen, tuvieron que regresar al templo. Apenas se asomó el trono a la Cuesta de la Villa cuando la lluvia empañó el acto de penitencia. Los fieles cambiaban las velas por los paraguas. Se aguaba la fiesta.
Hermandades y cofradías se apresuraron entonces para recoger la imagen, porque “la Pollinica es de todos, al igual que el Sepulcro. De esta imagen y de su procesión se encargan todos los hermanos de las cofradías mijeñas por eso están todos echando una mano en la organización”, aseguraba Francisco Villasclaras, párroco de la iglesia de la Inmaculada.
Mañana, continúan los actos litúrgicos de esta Semana Grande en Mijas, en la que, además de buen tiempo, “esperamos mucha participación de los vecinos y la llegada de muchos turistas para que vean el trabajo que hacen durante todo un año las hermandades mijeñas, que están muy ilusionadas con poder salir a la calle”, comentaba Santiago Martín, concejal de Turismo el Ayuntamiento de Mijas.
Las Lagunas, La Cala y Calahonda
En Las Lagunas, ramas de olivo al cielo como símbolo del triunfo de la fe. Los laguneros también celebraron ayer la entrada gloriosa del Señor en Jerusalén. Lo hicieron con la bendición de palmas y ramas de olivo a las puertas de la iglesia. Fueron muchos, sobre todo niños, los que no faltaron a este acto litúrgico que despierta muchos sentimientos de felicidad, como nos decían algunos niños.
La consagración, concluía, en Las Lagunas, con la santa misa en la Parroquia de San Manuel y un gran número de fieles a los que no les quedó otra que presenciarla desde la puerta porque no se cabía.
Estampa muy similar la que nos encontramos en La Cala. En el núcleo marinero, la comitiva llegó hasta orillas del mar, en la plaza del Torreón, para bendecir las palmas y olivos. La lluvia aceleró el paso del cortejo para volver al templo donde volvimos a escuchar la liturgia de la pasión de Cristo. Aquí, a las puertas de la iglesia, descubrimos que hacen muchos con la ramita de olivo. Charo Caliz, turista procedente de Granada, nos aseguró que ella “deja la ramita unos días en casa y luego la quema como símbolo de que el Señor se queda en casa”.
Como Charo, han sido muchos los turistas que han decidido pasar la Semana Mayor en nuestro municipio, ya que “han venido muchos turistas este año, no hay más que ver cómo de concurrida ha estado la procesión y la misa”, nos comentaba José Sena, Hno. Mayor de la Hdad. de Santa Teresa.
Otros vinieron y decidieron quedarse para siempre como la numerosa comunidad de ingleses residente en Calahonda que también celebraron el Domingo de Ramos en la iglesia de San Miguel y “con mucha fe, respeto y recogimiento”, afirmaba Jaime de la Fuente, sacerdote de la iglesia de San Miguel de Calahonda. Junto a ellos, compartieron la ceremonia muchos turistas españoles que también han elegido Mijas para vivir la Semana de Pasión.
Ahora, solo cabe pedir clemencia al tiempo, para que la única agua ‘bendita’ que veamos sea la del cura.
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