Cruz Roja Mijas se integra dentro del organigrama español y este, a su vez, entre las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, al igual que el Comité y la Federación, que son los tres pilares de este movimiento internacional.
La asamblea mijeña nació en 1991; según el balance de 2011, cuenta con 333 voluntarios y 365 socios.
Entre las actividades previstas en el municipio, están la celebración de días internacionales como el de los derechos de la infancia, de la violencia de género, contra el VIH-SIDA, los niños soldado, el de la Banderita, la mujer trabajadora y el Día Mundial del Agua y el de Medio Ambiente.
Asimismo, realiza proyectos como ‘Todos al agua’, para acompañar a autotistas a la piscina; ‘Cultura escolar en derechos humanos’, con charlas de sensibilización; o ‘Llamamiento’, con el que se respalda a familias con niños en edad escolar y escasos recursos. Además, desarrollan un taller de educación sexual y entregan pulseras a niños en eventos para localizarlos en caso de que se pierdan.
“Una sonrisa recompensa con creces cualquier trabajo”, señala el referente local de comunicación, Alexis Moreno. “Lo que queremos conseguir es ayudar a que sonrían las personas, principalmente en estos momentos de crisis, donde nuestros proyectos con fines sociales cobran más sentido si cabe”, reconoce. “Atendemos a personas sin hogar, en situación de vulnerabilidad, donamos alimentos y ropa o nos coordinamos con otros organismos como Cáritas para abonar facturas de luz o agua”, concluye.
Cruz Roja
No existe en el mundo otro movimiento igual al de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Sus características particulares no solo la convierten en una organización pionera, sino que también la hacen única en su género, con convenios internacionales con diferentes estados y organismos.
Su fundador, Henry Dunant, quedó impresionado cuando vio en la Batalla de Solferino de 1859, en el norte de Italia, cómo morían los soldados heridos de uno y otro bando por falta de asistencia. Hasta entonces los ejércitos que se enfrentaban en una guerra eran adversarios irreconciliables. Sin embargo, este filántropo suizo convenció a los vecinos de pueblos cercanos para socorrer a los heridos sin importar su procedencia. Así se gestó Cruz Roja, dando lugar a una ideología innovadora.
De hecho, en 2012 ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional especialmente por su labor en conflictos armados como Siria, Libia y Somalia y en desastres naturales como los que asolaron Haití, Indonesia y Japón.
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