El cine contiene un tipo de magia silenciosa, casi invisible, que se teje fotograma a fotograma en la oscuridad de una sala de edición hasta que estalla en nuestras pantallas. Es la ilusión que nos hace creer en dinosaurios que vuelven a la vida, en universos paralelos en guerra o en misiones imposibles que desafían las leyes de la física. Detrás de ese telón de prodigios, a menudo anónimo, encontramos el talento de una mijeña, Alba Sánchez-Serrano. Su nombre es el hilo que conecta el sol de Calahonda con las estrellas de las galaxias que crea la legendaria factoría de sueños de George Lucas, Industrial Light & Magic. A sus 29 años, esta arquitecta de lo imposible ya ha grabado su huella en el imaginario colectivo con su trabajo en sagas como ‘Star Wars’, ‘Misión Imposible’ o ‘Jurassic World’, un viaje estelar reconocido con un premio Emmy por su labor, y la de sus compañeros, en la serie ‘Chernobyl’. Desde Mijas Comunicación hemos cruzado el éter digital para charlar con ella y conocer la anatomía de su arte.
Tu carrera es un ejemplo de talento mijeño triunfando a nivel mundial. ¿Qué te impulsó a dar el salto desde Mijas a una industria tan competitiva como la de los efectos visuales? ¿Hubo alguna película o momento clave que influyera en ti?
Desde pequeña siempre me ha gustado dibujar y me empecé a interesar por el arte digital cuando me regalaron una tableta de dibujo para el ordenador con 13 o 14 años. Lo que sí sabía era que quería hacer algo creativo y moderno. Pero el camino ha sido muy progresivo, no de la noche a la mañana. El primer paso fue mudarme a Madrid para estudiar Animación Digital en la Universidad U-tad, que era de las pocas que ofrecían grados en arte digital hace una década. Al principio me llamaban la atención las películas de Pixar o Disney, pero fue al entender mejor cómo funcionaba la industria cuando decidí dar el salto a las películas de efectos visuales.

- Alba Sánchez-Serrano trabajando en la última película de la saga de Parque Jurásico
- | Cedida.
Tras estudiar en Madrid, te mudaste a Londres. ¿Qué tan difícil es para un joven talento español abrirse camino en una de las mecas de los efectos especiales?
Lo bueno de Londres es que, si trabajas, puedes ir avanzando. Hay muchas empresas y oportunidades. Obviamente, al principio fue complicado. Entré en una posición puente en la que cobraba el sueldo mínimo y, en mi tiempo libre, nos ofrecían formación para acceder al puesto que quisiéramos. Yo no tenía experiencia real en efectos visuales, solo prácticas en animación, pero ese puesto me ayudó a suplir esas carencias. Fue duro al principio, con jornadas de sol a sol y estando sola, lejos de mi familia y mi pareja, pero ver que el esfuerzo da resultados es una gran motivación para seguir empujando en los momentos complicados.
Mucha gente no sabe exactamente en qué consiste el trabajo de una ‘compositora de VFX’ (efectos visuales). Explícanos tu día a día.
Es normal, ¡al principio ni yo misma sabía que esto era un trabajo! El proceso en el que desarrollo mi labor es como una cadena de montaje. Para crear un dinosaurio, por ejemplo, una persona lo diseña, otra lo modela en 3D, otra le da color y textura, otra lo ilumina y otra lo anima. A mí me llega eso y mi trabajo es cogerlo junto con lo que se ha grabado en el set real para integrarlo todo y hacer que funcione junto. Me encargo de que el dinosaurio mueva la arena al pisar y deje huellas, de que proyecte las sombras correctas, de que si se abre paso por la selva, mueva las plantas, y de hacer todos los ajustes de color e iluminación necesarios para que parezca que todo se grabó a la vez. Básicamente, integro la imagen digital en la imagen real.
Has trabajado en universos tan distintos como el realismo de 'Chernobyl' y la fantasía de 'Star Wars'. ¿Es más difícil crear un efecto que parezca real o uno puramente fantástico?
Ambas cosas tienen su dificultad. Lo fantástico es más abierto, pero también más subjetivo, y puede ser complicado alinear la visión de supervisores, clientes y directores. Lo realista, por otro lado, tiene que parecer real, y emular la realidad al cien por cien es muy difícil porque, bueno, todos conocemos la realidad y siempre hay pequeños detalles, sobre todo en elementos orgánicos, que son complejos de conseguir. Cada proyecto y cada plano es un mundo, dependiendo de cómo se haya grabado y de las licencias creativas que te puedas tomar a la hora de afrontar el proyecto.
Trabajas en Industrial Light & Magic, la compañía que fundó George Lucas. ¿Se respira esa historia en el ambiente?
Me hace muchísima ilusión trabajar aquí, porque al final es una empresa que pertenece a Disney, que era mi sueño de pequeña. Lo que más me gusta es la colaboración que se genera y potencia, estoy rodeada de artistas muy buenos de los que puedes aprender constantemente. Creo que la diferencia con otros estudios es que aquí todo el mundo puede opinar y dar ideas, sin importar el departamento o el nivel de jerarquía de cada cual. Se escucha a todo el mundo. Y funcionamos con un modelo de trabajo híbrido, vamos dos veces por semana a la oficina, que está decorada con una gran cantidad de ‘memorabilia’ de atrezzo de películas, como piezas pintadas sobre metacrilato de cuando los efectos se hacían a mano, y por supuesto, figuras de ‘La guerra de las galaxias’.
Formaste parte del equipo que ganó un Emmy por 'Chernobyl'. ¿Qué significó ese reconocimiento?
Me hizo muchísima ilusión. Fue uno de mis primeros proyectos y todos pensábamos que tenía muy buena pinta, pero cuando salió y tuvo ese recibimiento, fue una alegría. Nuestro supervisor trajo el Emmy al estudio para que todos pudiéramos verlo y hacernos fotos con él. Sin embargo, creo que hemos hecho trabajos mejores que quizás no han tenido tanto reconocimiento. Los premios gustan, pero hay proyectos de los que estoy igualmente orgullosa.
¿Como cuáles, por ejemplo?
Estoy muy contenta con el trabajo que hicimos en la serie ‘Andor’. Es probablemente mi proyecto favorito. Me hacía mucha ilusión participar en algo de ‘Star Wars’ y, además, todo el mundo estaba muy implicado. El ambiente era genial, agradable, y los efectos visuales son realmente buenos porque todo se grabó pensando muy bien en la integración. Aunque son escenarios de fantasía, todo estaba muy bien pensado, usando referencias de localizaciones reales para que se viera lo más realista posible. Gane o no gane premios, creo que es un trabajo muy hermoso.
Has participado en superproducciones como 'Jurassic World' o 'Misión Imposible'. ¿Cómo se gestionan los nervios y los plazos en un entorno tan exigente?
En realidad siempre trabajamos con la misma exigencia en cualquier proyecto. La diferencia que se da en las grandes producciones es que suelen tener más presupuesto y, por tanto, más tiempo y medios. El estándar técnico de la empresa ya es muy alto de por sí, no podemos hacer nada por debajo de cierto nivel. La única tensión real llega cuando se acerca la fecha límite y vamos con retraso. Ahí puede tocar hacer horas extra y sientes la presión porque el plano en el que estás trabajando es tu responsabilidad. Pero en general, se intenta cuidar mucho que nadie se agobie demasiado. La industria está avanzando y ahora se preocupan de que la gente no se "queme".
Después de haber trabajado en algunas de las franquicias más grandes del cine, ¿qué nuevos retos profesionales te planteas?
Mi siguiente objetivo es seguir subiendo dentro de la empresa, empezar a coger más responsabilidad y, en el futuro, me gustaría ser supervisora jefe de alguna película o serie. En cuanto a proyectos, más que trabajar en secuelas, que me gustan, me haría ilusión participar en la siguiente gran saga nueva que pueda surgir.
La vida profesional te ha llevado lejos, ¿mantienes el vínculo con Mijas?
Sí, por supuesto. Voy todos los años varias veces, porque mis padres siguen viviendo en Calahonda. Me encanta volver a casa e ir a la playa. Intento ir sobre todo en mayo, junio o septiembre, y por supuesto en Navidad. Sigo haciendo vida por allí siempre que puedo.

- Esta artista digital de 29 años se crió en Calahonda
- | Cedida.
Para terminar, ¿qué consejo le darías a un joven de Mijas que hoy pueda solar con seguir tus pasos?
Le diría que es una opción posible, porque solo hay que mirarme a mí: yo tampoco sabía nada de todo esto y he llegado hasta aquí. No soy mejor que nadie. Pero sí le recomendaría que se esfuerce mucho. Es un mundo muy competitivo, pero si le dedicas el suficiente esfuerzo y te formas bien, ya sea con un grado, una FP o haciendo muchos proyectos, se puede conseguir. Hay que esforzarse mucho y perseguir los sueños.
Y de este modo, con la misma aparente sencillez con la que se persigue un sueño de juventud, concluye la conversación. Nos despedimos con los mejores deseos y la videollamada se corta para que la arquitecta de galaxias lejanas vuelva a su trabajo. Pero en el ambiente queda flotando el testimonio de una niña de Calahonda que descubrió que para construir nuevos mundos con la luz virtual de un estudio de Londres solo hace falta recordar el brillo real del mundo del que uno procede.