Nervios, sonrisas y esa extraña mezcla de pena por lo que se deja atrás y de ilusión por lo que está por venir. La platea, los palcos y el escenario del Teatro Manuel España se vistieron de gala la tarde del jueves 5 para celebrar la graduación de los alumnos del IES Vega de Mijas. Un total de 133 jóvenes, 87 de Bachillerato y 46 de Ciclos Formativos, quemaron metafóricamente los libros de texto para poner fin a muchos meses de hincar codos, de sufrir con los exámenes y, para muchos, de rematar la faena con esa temida PAU (la Selectividad de toda la vida) que acaba de terminar esta misma semana.

El acto contó con la presencia de la alcaldesa de Mijas, Ana Mata (PP), quien felicitó a los jóvenes por superar una etapa crucial. “Hoy se gradúan después de haber pasado durante toda esta semana una de las pruebas más importantes de su vida. Desde el Ayuntamiento nos sentimos muy satisfechos de que tengan su formación y estén preparados para un futuro que, seguramente, va a ser prometedor", afirmó la primera edil.

Un camino duro pero satisfactorio

La sensación general entre los alumnos era la de haber superado un desafío mayúsculo. “Ha sido un curso bastante complicado, la verdad, pero muy contento con los profesores que hemos tenido, que nos han ayudado bastante a afrontar esta etapa y a prepararnos bien para una Selectividad que era nueva”, explicó uno de los estudiantes que recibían su orla, Francisco Pardo, quien espera poder estudiar para ser profesor de Educación Física. 

Su compañero Raúl Postigo, que aspira a entrar en Arquitectura, coincidía en que “ha sido un curso bastante duro que nos ha sorprendido a todos, porque pensábamos que iba a tener un nivel un poquito más bajo. Hemos hecho todo lo posible para superarlo y aquí estamos. Ya hemos pasado lo duro, ahora es la previa de la fiesta de esta noche”, dijo entre risas sabiendo que se lo iba a pasar bien y a darlo todo. 

Las miras de los graduados apuntan a horizontes muy diversos. Sara Palmero, que al principio pensaba en estudiar Magisterio, finalmente se ha decantado por la carrera de Finanzas y Contabilidad, mientras que Ana Carrasco tiene un objetivo claro: ser Policía Nacional. Ambas reconocen que el curso ha sido "difícil", pero que "todo esfuerzo tiene su recompensa".

Emoción desde la dirección 

La directora del centro, Cristina González, con 18 años de experiencia en el cargo, vive cada graduación con una emoción especial. "Todos los años me tomo una tila doble antes de subir al escenario y me tiembla la voz, porque me resulta un acto muy emotivo, sobre todo para las familias", confesó. Sobre el curso, señaló que "Bachillerato es un poquito más duro que la ESO y además van pensando en su nota media, se les hace un poquito más largo y cuesta arriba". Aun así, se mostró orgullosa porque, asegura, “van bien preparados, lo que ocurre es que se quejan mucho porque son muy autoexigentes". 

González recordó la dimensión del IES Vega de Mijas, con unos 1.300 alumnos y 100 profesores, aproximadamente, y la importancia de sus Ciclos Formativos de grado medio y superior en Informática y en Hostelería y Turismo. 

Y así, con la orla en una mano y el móvil en la otra para organizar la fiesta de esa noche, el acto acabó, como debe ser: con aplausos, abrazos y alguna que otra lagrimilla furtiva. La foto para el salón de la abuela ya está hecha. Ahora empieza lo divertido de verdad: pegarse con las notas de corte, descifrar los horarios de la facultad y descubrir que la vida adulta no viene con manual de instrucciones. Bienvenidos al club. ¡Y suerte, que un poquito siempre viene bien!

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