La asociación mijeña Avatés volvió a demostrar este jueves su compromiso con quienes más lo necesitan. Sus responsables donaron una silla de ruedas eléctrica tipo ‘scooter’ al pequeño Antonio, un campeón de casi siete años (los cumple el 26 de junio) que se enfrenta con una sonrisa valiente a una distrofia muscular por déficit de colágeno VI, una enfermedad rara y de las más graves, de la que apenas hay algo más de 80 casos diagnosticados en toda España.

Para Antonio y su familia, esta silla es mucho más que un aparato, es un soplo de independencia, un pasaporte a una mayor autonomía y a poder disfrutar de actividades que, con el avance de su enfermedad degenerativa, se le hacen cada vez más cuesta arriba. "Gracias a Avatés una vez más, porque siempre nos tienen en cuenta y nos dan apoyo, sobre todo emocional. Nos han ofrecido esta silla que es muy útil, algo que necesita Antonio para su uso diario y para momentos de largas caminatas, es el ‘scooter’ que necesitaba", explicó Raquel Berlanga, madre del pequeño. Este tipo de ayuda técnica, detalló, "no es recetada por la Seguridad Social y tampoco nos daban una silla motora a día de hoy, aunque veníamos de Barcelona recetados con una silla de ruedas eléctrica". El ingenio donado por Avatés será devuelto a la asociación cuando Antonio deje de utilizarlo, "para que haga uso de él otro niño u otra persona que lo necesite".

Con esta nueva herramienta, Antonio podrá "ir en su ‘scooter’ desde, por ejemplo, donde vivimos hasta la playa, podrá pasear por Málaga en Navidad, ir en el tren de Renfe y no tener que estar usando un carro donde tengamos que llevarlo, que él ya es muy grande y pasaba vergüenza. Con esta silla tiene su propia autonomía, que es lo que buscaban los médicos", añadió Raquel con la emoción a flor de piel. 

 

Una emoción compartida por el padre de Antonio, Juan Caravantes: "Es una cosa que va a necesitar para grandes caminatas, porque a él le cuesta andar trayectos largos, se cansa muy pronto. La que le recetaron de la Junta de Andalucía es manual y, con la falta de fuerza en los músculos, no tiene la suficiente para darle a las ruedas. Para ambos padres, esta donación es "una nueva barrera superada".

Motor de solidaridad

Detrás de este gesto está el trabajo incansable de Avatés y de su ‘alma mater’, Pepi Moya. "De nuevo colaborando con la ciudadanía, con familias como la de Raquel. En este caso con Antonio, que es un niño con una enfermedad rara, para que él pueda tener su propia independencia Avatés le va a donar esta sillita eléctrica", comentó la presidenta de Avatés. 

Los fondos para estas ayudas, explicó, los han conseguido de su quiosco y su tienda benéfica, que “está junto al Centro de Salud de Las Lagunas". Pepi recordó que conocen a Antonio desde hace unos cinco años y que "nuestro fin es ayudar, sea a quien sea, siempre que sean personas necesitadas y que esto les pueda dar un beneficio tremendo".

Antonio, que a pesar de las limitaciones que le impone su enfermedad –especialmente a nivel respiratorio y motor, y que le obliga a someterse a múltiples terapias como la fisioterapia respiratoria, motora, logopeda, natación adaptada y psicología– es un niño "vehemente, luchador, superfuerte" al que le "encanta el fútbol", según su madre. Ahora, con su nueva silla eléctrica, seguro que podrá encarar sus paseos y aventuras con una energía renovada.

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