Desde su fundación en 2020, la asociación Avatés se ha convertido en un pilar de solidaridad y apoyo para numerosas familias en situación de vulnerabilidad. Nacida en uno de los momentos más difíciles de la sociedad moderna, la pandemia del covid, la organización ha sabido evolucionar, expandirse y responder a las necesidades que han surgido con el tiempo.
La presidenta y la vicepresidenta de Avatés, Pepi Moya, y Ana García Soler, respectivamente, destacan que la asociación ha pasado de ser un pequeño grupo de 40 personas —39 mujeres y un hombre— a contar con casi 900 socios. “Desde el primer día vimos que muchas personas necesitaban ayuda, pero también que había mucha gente dispuesta a colaborar. Solo necesitaban a alguien que coordinara los esfuerzos y canalizara la solidaridad”, comentó Moya en su paso por el plató del magacín Mijas Hoy.
Historias de esperanza: el caso de Christopher
Uno de los casos más recientes atendidos por la asociación es el de Christopher, un niño de seis años que padece una enfermedad rara denominada síndrome de Hunter, un trastorno genético que afecta a múltiples órganos y sistemas del cuerpo. La familia, residente en la localidad de Ojén, necesitaba apoyo para mejorar la calidad de vida del pequeño, que debe trasladarse con frecuencia al Hospital Costa del Sol para recibir tratamiento.

- También han dado apoyo a la familia de Christopher
- | Avatés.
Inicialmente, el pedido era un carrito de bebé, pero al conocer su caso, Avatés decidió ir más allá. “Christopher necesitaba un carrito especial debido a sus problemas de crecimiento y movilidad. Además, requería una silla adaptada para los traslados en taxi o ambulancia” , explicó Moya. La asociación le proporcionó ambos elementos, junto con un colchón, somier, pañales y contacto directo con los Servicios Sociales, que ahora han integrado las necesidades del niño dentro de sus programas de ayuda.
Además, la asociación logró gestionar una oportunidad laboral para el padre de Christopher, asegurando estabilidad para la familia. “Nuestra labor no es solo entregar ayuda, sino también dar herramientas para que las familias puedan salir adelante de manera autónoma”, enfatizó García Soler.
Más allá de la asistencia: la lucha por la dignidad
Desde su sede improvisada en un kiosco de madera, Avatés sigue trabajando incansablemente para ayudar a quienes lo necesitan. “Atendemos a todas las familias en la calle porque no tenemos un espacio adecuado donde guardar alimentos o recibir a las personas”, lamentó Moya. A pesar de estas dificultades, la organización continúa ofreciendo apoyo a familias en proceso de integración y casos urgentes.
Además, la asociación ha impulsado un proyecto especial en la parroquia San Manuel González, con la donación de un trono infantil para que los niños puedan participar en las tradiciones de Semana Santa. “Queremos que los más pequeños vivan y aprendan sobre nuestras costumbres. Este trono, diseñado para niños de entre 8 y 12 años, será la cantera para futuros hombres de trono y mantillas” , afirmó la presidenta. La presentación del trono se realizará este año, y el desfile oficial tendrá lugar en la Semana Santa de 2026, cuando los niños podrán llevarlo en procesión por primera vez.

- Mónica López con la presidenta y la vicepresidenta de Avatés, Pepi Moya, y Ana García Soler, respectivamente
- | F.M.R.
Para finalizar, Moya hizo un llamamiento a los vecinos para que sigan contribuyendo con donaciones, voluntariado y apoyo logístico. Además, advirtió sobre el incremento de casos de estafas en alquileres, donde familias inmigrantes son engañadas con falsas promesas de vivienda y trabajo. “Queremos que las personas sean conscientes de que hay dificultades y que no siempre es fácil empezar de nuevo. La verdad ayuda más que falsas esperanzas” , señaló.
El trabajo incansable de Avatés demuestra que, cuando la solidaridad se convierte en acción, se pueden transformar vidas y construir un futuro más justo para todos.
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