Como en toda la Costa del Sol, en Mijas los vendedores ambulantes ilegales inundan el litoral en verano intentando ‘hacer el agosto’. Aseguran que la calle es su única solución. El Ayuntamiento trabaja para resolver el problema aplicando la ley
La Policía asegura que tras la venta ilegal ambulante hay grandes redes organizadasPlaya de La Cala de Mijas. Una tarde cualquiera de agosto. Nos acoplamos en la arena y nada más llegar, se acerca un joven sudafricano cargado de bolsos, camisetas y relojes, supuestamente, de marca. Lleva kilómetros andando bajo un sol de justicia. Casi ni se le ve, con tanta mercancía que porta. En la sombrilla de al lado, tras varios ‘regateos’ con el precio, un extranjero le compra una prenda. Otros optan por no adquirir nada. Y se va.
A los pocos minutos, viene otro vendedor con CD’s falsificados, evidentemente. También hay quien vende pasteles, a saber dónde se han elaborado. Y así, uno tras otro, van desfilando durante toda la tarde los vendedores ambulantes. La escena se repite día tras día a lo largo del verano en toda la Costa del Sol. Los vendedores ambulantes aprovechan la afluencia de esta época para hacer su agosto. Y no solo trabajan en la playa, también en mercadillos y terrazas. “Pero en invierno quedan pocos, la mayoría se marcha a trabajar al campo”, afirma Papa Mbaye, presidente de la Asociación Sin Papeles de Mijas y Fuengirola.
Un verdadero problema
La venta ambulante ilegal supone un verdadero quebradero de cabeza para la policía, las administraciones y los comerciantes que sí venden legalmente. Muchos veraneantes también se sienten incómodos por la afluencia masiva de vendedores.
“Es un gran problema para el municipio, entre todos debemos buscar la fórmula de erradicar esta competencia desleal, pero es complicado”, reconoce el concejal de Mercadillos de Mijas, José Antonio Sánchez Peña.
“Por lastimoso que sea, hay que erradicar el problema desde la raíz, porque los propios vendedores están siendo usados como moneda de cambio”, opina la presidenta de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de La Cala, Concha Blanco. “Es una competencia desleal que hace mucho daño, sobre todo, al pequeño comercio, daña la imagen turística del municipio y encima ocupan la vía pública sin control ninguno”, añade.
“Para la policía es un auténtico desgaste, porque nos vemos obligados a destinar muchos agentes a la vigilancia y control de la venta ambulante ilegal, que podrían estar velando por la seguridad ciudadana en otros asuntos”, opina el asesor de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Mijas, Francisco Montilla, quien reclama, sobre todo, “la colaboración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en este asunto, porque realmente excede de nuestra competencia”. De hecho, explica Montilla, quienes venden material falsificado están cometiendo un delito o una falta, según el Código Penal español.
El Consistorio de Mijas persigue acabar con la situación de los sudafricanos que se dedican a la venta ilegal ambulante, que aseguran que es su única manera de ganarse la vida. “Tras ellos hay grandes organizaciones”, asegura Montilla. “Y no nos queda más remedio que cumplir la ley. La Policía Local amplía su presencia en las playas en verano. En horas de mayor afluencia, los agentes vigilan el litoral y se hacen redadas semanales en puntos clave, como la playa, El Zoco y la avenida España, en Calahonda. “Pero parece que nada es suficiente”.
Una historia real
En la playa de Miraflores, en Riviera del Sol, nos encontramos con un senegalés de 47 años que vende ropa de baja calidad. Prefiere mantenerse en el anonimato porque “nunca he tenido problemas con la policía y estoy muy tranquilo”. “Me llaman El Feliz, porque dicen que siempre estoy contento”, añade entre risas. Este senegalés llegó a España solo, hace más de tres años y ya está en situación regular. Aún así, sigue venLa Policía se ve obligada a destinar muchos efectivos a la venta ilegal ambulante, teniendo que desatender otras tareasdiendo en la calle. “No vendo nada falsificado, trabajo por mi cuenta y no hago daño a nadie”. “Esto no es agradable, ando muchos kilómetros, encima ahora estamos en Ramadán; la gente está tranquila y quizás les moleste con mi presencia, pero intento ser educado para no desagradar”, asegura este hombre, que le manda a su madre mensualmente parte del sueldo. Tiene estudios superiores de técnico comercial y habla francés, inglés, alemán, español y senegalés. Ahora sueña con volver algún día a su país porque España no es, dice, como ‘le habían pintado’. Y eso que vino en busca de una oportunidad.
Papa Mbaye, Pte. Asociación Sin Papeles de Mijas
“La visión que tenemos de Europa es muy diferente a la realidad”
Papa Mbaye es de Senegal. Vino solo a España hace casi 5 años. Llegó en barco, como muchos, en busca de un futuro. Empezó vendiendo en la calle, hoy está regularizado y es pintor. “La venta en la calle es muy dura, nunca sabes si vas a volver con la mercancía”, asegura. “Al principio es nuestra única manera de sobrevivir”, recalca, “porque no podemos conseguir los papeles hasta los tres años”. Su asociación asesora a los inmigrantes ilegales para intentar normalizar su situación. “Ahora muchos están regresando a Senegal, se sienten explotados y desilusionados con la realidad que se han encontrado aquí”.
La venta ambulante ilegal en Mijas
Cuando hablamos de venta ambulante ilegal hay que distinguir dos situaciones diferentes. Por un lado, la vulneración de la Ordenanza Municipal de Venta Ambulante y de Ocupación de Vía Pública, al trabajar sin autorización y, por otro lado, existe la falsificación de marcas, que supone un delito o una falta penal. También proliferan los vendedores de pasteles, que constituyen un problema de salud pública. En cualquier caso, en Mijas está prohibido vender en la calle sin permiso.
Datos
La venta ambulante ilegal supone un problema que afecta no solo al comercio local sino que da una mala imagen turística. Muchos turistas también se sienten molestos.
Zonas
La playa, El Zoco y la avenida España en Calahonda son zonas clave.
Multas
Aunque el vendedor tenga la residencia y las facturas de compra del material, si no tiene autorización, se enfrenta a multas de hasta 750 €.
Delitos
Si los vendedores ambulantes comercializan material falsificado, se considera una falta o un delito penal, según la cantidad. En este supuesto, el caso pasaría a disposición de la Guardia Civil.
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