A partir de enero, el área de Inclusión Social afrontará directamente el desarrollo del Programa de Intervención con Menores (PIM). Esta iniciativa, que venía realizando en los últimos años Cruz Roja, pasa a ser dirigida de nuevo por trabajadores del departamento municipal con el fin de seguir alcanzando su objetivo: ayudar a los jóvenes con dificultades de adaptación o de convivencia en el centro escolar y prevenir así problemas académicos como el absentismo. Así lo ha anunciado este jueves la concejala responsable, Melisa Ceballos (PP), quien apuntó que “queremos ir un poquito más allá y poder intervenir también con la familia y trabajar un poco en conjunto, tanto con los alumnos en el instituto como con los padres, que es fundamental y es parte de la educación y del progreso de esos niños”. 

Ahora, según el director del departamento de Inclusión Social, Miguel Ángel López, “serán empleados municipales de Servicios Sociales quienes se ocuparán de la gestión y la ejecución de este programa, que contará con la figura de integradores sociales en los tres núcleos de población, en La Cala, en Las Lagunas y en Mijas Pueblo, que trabajarán e intervendrán con niños adolescentes entre 12 y 18 años con conducta disruptiva”. 

 

El programa, que cumple ya 20 años, se desarrollará en horario de tarde, de 15:30 a 19:30 horas, en tres puntos del municipio: en el instituto Sierra de Mijas de Las Lagunas, en el IES Villa de Mijas, en el pueblo, y en un espacio municipal de La Cala que se habilitará al efecto. “El trabajo va a contemplar un poco de refuerzo académico, también de trabajo de cooperación en grupo, para tratar de empatizar, para fomentar las habilidades sociales y trabajar las dificultades que puedan presentar los alumnos y lo que se vaya detectando en esos grupos”, explicó López.

Aula de convivencia

También por las mañanas, en las instalaciones de Servicios Sociales, se ha habilitado un aula de convivencia, “para desarrollar el programa que se llamaba antiguamente ACA (Aula de Convivencia Alternativa), lo vamos a realizar también por las mañanas para trabajar con esos niños en situación de exclusión o que han tenido algún problema de conducta; aquí podremos estar con ellos y darles también refuerzo académico”, añadió la edil.

Son los orientadores y directores de los centros educativos los que determinan qué niños son objeto de intervención por parte de los Servicios Sociales. Durante el curso pasado, 80 alumnos han participado en este programa, que, destacó López, “arroja resultados muy positivos, tanto a nivel educativo como social ya que conseguimos erradicar o disminuir los niveles de riesgo que presentan los menores; es un trabajo por el que estamos apostando también desde el nivel preventivo, para evitar que ciertas conductas vayan a más”.

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