Continúan las muestras y exhibiciones de los distintos talleres de la UP. El de robótica educativa fue un completo éxito desde sus inicios, con cuatro niveles de formación y con 80 inscritos en sus inicios. El pasado viernes el taller ofreció una exhibición como muestra de fin de curso.
Según uno de sus profesores, Juan González, “la robótica educativa es una disciplina donde se aplican varias herramientas que están orientadas, por ejemplo, al aprendizaje de programación y de robótica, que sería la parte electrónica. También se aplica a conceptos matemáticos, porque la programación es realmente pura matemática y con todo eso lo que se hace es fomentar el trabajo en equipo y luego también lo que maneja mucho la robótica educativa es la frustración, las cosas no son tan fáciles como aparentan aquí, tienen mucho trabajo detrás”. Para este profesor, “lo más difícil es que lleguen a ensamblaje. Por ejemplo, un robot que tiene todos esos cables, que deben conectarse correctamente y luego hay que conseguir que eso funcione, ahí es donde está la clave. Porque eso hay que controlar la programación, que se pasa luego a una placa del ordenador, y eso hace que el robot haga las funciones que les programamos”.
En total, más de 60 alumnos de los 80 iniciales han finalizado el curso completo de este año, que se ha ofertado por parte de la UP en cuatro niveles diferentes desde preinicial, a partir de los 7 años, hasta el nivel avanzado y uso de drones de más de 14 años. Los participantes mostraban orgullosos sus logros durante el curso en esta pequeña gran ciudad tecnológica.
Miranda García es una pequeña de nivel inicial, se apuntó “porque me parecía que la robótica era muy creativa y me apetecía aprenderla, aunque es muy difícil y el profesor nos ha tenido que ayudar mucho. Pero lo hemos conseguido”. Por su parte, para Leonid Volinkin “lo más difícil ha sido construir el robot, montarlo, conectar los cables, etc. Nos hemos liado mucho. Lo que me ha resultado más fácil es la parte de programación en el ordenador”. Estos alumnos son de nivel inicial, pero había verdaderos expertos en este terreno. Es el caso de Lucas Karrsson que aseguraba que “en mi grupo he tenido que hacer la programación del robot, para que luego se conecte con el ordenador y este haga una simulación para saber donde está el robot”·. Manuel Niebla es otro gran experto. “Hemos practicado en el primer trimestre una serie de programación con Arduino y APPI Inventor. Y luego hemos desarrollado los proyectos con una máquina que cortaba la madera para hacer las casas que componen esta mini ciudad que es por donde los robots se mueven”.
El pasado viernes 10 de mayo, en la sala de exposiciones de Las Lagunas los familiares y amigos pudieron asistir a la exhibición y creación de esta nueva ciudad tecnológica habitada por estos simpáticos robots que los participantes de este taller han construido y programado a lo largo del curso.
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