Todos hemos necesitado en alguna ocasión (o muchas) la necesidad de recibir ayuda, o nos hemos beneficiado del altruismo, la abnegación, de personas que han dedicado gran parte del tiempo de su vida a hacer precisamente eso, ayudar a los demás, de forma individual, colectiva o ambas.

 

Aceptamos que ser bien nacido no es un atributo exclusivo del noble linaje, afortunadamente abundan más aquellos que merecen el atributo por comportarse con nobleza.

 

El Ayuntamiento de Mijas ha aprobado en su último Pleno (28.06.12), designar diversos espacios y edificios públicos con los nombres de sus hijos más ilustres. 

 

Ha querido así la Corporación municipal, casi por unanimidad, hacer un reconocimiento a las personalidades mijeñas que han destacado a lo largo de los últimos años en diversos ámbitos sociales, culturales o profesionales, y que han llevado el nombre del municipio por todo el mundo.

 

Desde el mirador situado junto a la Oficina de Turismo, que pasará a denominarse Julián Núñez Andreu (quien popularizó el burro-taxi), como personaje más antiguo, al recién desaparecido Jesús Jaime Mota, que quedará inmortalizado (una manera más) por otro mirador, junto a la Ermita de la Virgen de la Peña, desde donde los turistas intentarán emular la sensibilidad de su mirada con una cámara fotográfica.

 

El Ayuntamiento ha aprobado en su último Pleno designar diversos espacios y edificios públicos con los nombres de sus hijos más ilustres.El periodista Joaquín Marín Alarcón, que ha alcanzado las cotas profesionales más ambiciosas dentro del mundo de la comunicación de Andalucía, dará nombre a la glorieta situada a mitad de camino entre Mijas y Fuengirola (Hotel Hacienda Puerta del Sol). Cerca de este, la glorieta de la urbanización Olimpo, llevará el nombre de Antonio Cortés, precursor del turismo en Mijas, que utilizaba herramientas publicitarias singulares.

 

El infatigable y polifacético Lázaro Jaime Blanco, semblanza de la bondad, honrará con su nombre la intersección que da acceso de entrada a su Mijas natal. Otra intersección, a la altura de la Finca de San Antonio, será para otro corazón de oro, el de Manuel Núñez Sedeño, empresario audaz y desprendido promotor de los pobres.

 

Una glorieta (bella palabra) situada entre la calle Fucsia y Avenida de Los Lirios, se conocerá a partir de ahora por el nombre de María López Merino (María la bota), mujer luchadora e implicada en la sociedad que le ha tocado vivir. De igual modo y con reconocido mérito de todos los vecinos de La Cala, la pareja formada por Carmina y Benjamín (ya fallecido), derrochadores de hacer el bien por sus semejantes a lo largo de sus vidas.

 

Y casi a regañadientes, una persona que rigió el destino de Mijas, desde el 5 de febrero de 1961 hasta 1963 como primer Teniente de Alcalde, y desde 1963 hasta 1979 como alcalde. Casi diecinueve años de servicio a su pueblo con suaves maneras pero firme convicción. Nadó entre las dificultades económicas propias de la época que sorteaba con enorme imaginación. Hombre sabio, don de gente sin importarle condición.

 

Reconocido y aclamado por vecinos de todos los rincones de Mijas. Modesto, amable y culto. Así es, el exalcalde Miguel González Berral, cuyo nombre recibe desde ahora el Auditorio municipal, una de sus buenas obras.

 

Los caminos rurales, vías y calles también van asentando su denominación, no solo en el conocimiento colectivo, sino con la debida señalización que permita a todos orientarnos y llegar con buen pié. Es bueno que así sea; las cosas, con su nombre.