Es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, la de la presencia de Jesús en la Eucaristía, que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir el Señor el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre. Se trata de uno de los episodios más importantes para los cristianos y que Mijas sigue celebrando con esta misa y con esta procesión, la de Jesús Sacramentado en forma de Custodia, que bajo palio recorrió las principales calles del pueblo acompañada de la banda de música Virgen de la Peña. 

El párroco de Mijas, Francisco Villasclaras, nos recordó el significado de este, que se fundamenta en que “a Dios hay que darle gracias por muchísimas cosas pero no se las damos, después es el sacramento de la común unión, de la entrega de Jesús a los demás y para que nosotros también aprendamos esa lección, que hagamos lo mismo que él y vayamos dando gracias por toda nuestra vida”.

Los vecinos se unen en el montaje de los altares

Acompañados por los niños que este año han recibido la Primera Comunión, el cortejo pasó por la plaza de La Constitución o la calle Málaga, donde hizo su primera parada en el altar de la Casa Hermandad de la Virgen de la Peña. Villasclaras apuntó que estos altares “no son una exhibición como podrían haberlo sido en otros tiempos, es una acción de gracias, le pongo al Señor lo mejor que tengo en mi casa, y también es un gesto muy sintomático por parte de los vecinos, porque se unen para esto”.

En esa muestra de acción de gracias que simbolizan los altares, no faltaban elementos como el pan o el vino u otros significativos como los que encontramos en el altar de la Hermandad de la Virgen de la Peña, en el que María Jesús Moreno, resaltó el estandarte, su guión y otros elementos muy antiguos como alguno de hace más de tres siglos y que pertenece a la hermandad sacramental”.

Unos metros más adelante, en la esquina con la calle Algarrobo, nos encontramos con otro de los seis altares que los vecinos montaron en el pueblo estos días aportando los enseres de sus casas. Aquí, el vecino Javier Martín, subrayó que estaban “contentos con el resultado, como siempre, sobre todo, por ver el cariño que se prestan unos a otros, ayudar y ver a la gente mayor que colabora aportando sus ideas y ayudando en lo que pueden”.

En la calle Charcones, nos encontramos con este altar familiar, el de la familia de la Luz. Su responsable, Peña García, destacó que “nos pasamos un montón de días antes pensando en qué vamos a poner, luego hay que planchar mucho, después hay que hacer muchas cosillas, las casas se desarman porque se quitan los cuadros, los espejos, las cortinas… En mi casa, la de mi hermana… Un lío, pero nos gusta y disfrutamos con ello”. En estos altares también piden salud, que alguno que otro apruebe exámenes y que no se pierda esta tradición, tal y como apuntó su hermana, Loli García: “porque es verdad que la juventud piensa de diferente forma y nosotros esto lo hacemos desde chiquitillas, así que sería una pena que esto se perdiera, pero bueno todavía montamos algunas”.

Y dadas las altas temperaturas que se registraron ayer, algunos miembros del cortejo procesional, sobre todo los niños hicieron parada aquí, otro semi altar, este más dulce y refrescante.

Llegamos al número 10 de esa calle, donde se levantaba otro altar. Y en la bajada por la calle San Sebastián, seguían los rezos a los pies de otro sagrario. Estas paradas concluían a las puertas de la ermita de San Sebastián, donde seguía la lluvia de pétalos sobre la Custodia, función que ejercían los niños de la Primera Comunión. Sus padres y madres, se mostraron contentos con su participación en este día, tal y como afirmó Sagrario García: “a mi hija, como a todas las niñas, le ha encantado vestirse de princesa pero sí es verdad que en sus adentros se ha despertado una serie de cosas como la religión, que no la conocía porque es muy pequeña, entonces, ella ha empezado a iniciarse y todos muy contentos de que quiera hacerlo”.

Día de la caridad

La procesión terminaba con la vuelta al templo, donde también nos recordaron que era el día de la caridad, por eso, la colecta de la misa se destinó a Cáritas. Una de miembros, Josefa Quero, recordó la importancia de la forma de mirar las cosas, incidiendo en el nombre de la campaña, ‘Tú tienes mucho que ver’, porque “tenemos que tener los ojos bien abiertos y mirar siempre a todos los lados”.

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