Combinar elementos, como saben, es todo un arte. Y de eso saben bien en el CEIP Las Cañadas (Las Lagunas) donde han puesto de nuevo en marcha una iniciativa que aúna el amor a la poesía, dar a conocer la labor de colectivos y colaborar en la lucha contra el cáncer. Imaginen que en su lugar de trabajo un compañero se acerca y le susurra una poesía al oído a cambio de un pequeño donativo que servirá para apoyar la labor de alguna asociación, pues eso es lo que han hecho los alumnos de este centro a través de la iniciativa ‘Susurrados Solidarios’.
Como afirma la profesora del CEIP Las Cañadas e impulsora de la idea, Elena Jiménez, “los donativos que se van consiguiendo con las poesías susurradas se entregan a una asociación solidaria que se escoge por votación entre los alumnos”. En esta ocasión la asociación escogida para ayudarles con estos donativos ha sido la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Una labor que da grandes frutos y, de hecho, hoy se ha hecho entrega de 600 euros recaudados. Para la presidenta de la AECC Mijas-Fuengirola, Paula Casas, ha sido un momento “muy emocionante, porque es un acto tan precioso ver a estos niños ayudando, haciendo un esfuerzo tan grande; es muy importante que entre todos inculquemos valores a los más pequeños”.
Y es que la Semana del Libro de Mijas es un gran momento para inculcar este tipo de valores a los más pequeños como recuerda la edil de Educación y Voluntariado, Mariló Olmedo (Cs): “es muy importante que nuestros niños conozcan desde pequeño las asociaciones que existen, y la labor solidaria que se realiza desde ellas y cómo podemos ayudarlas poniendo todos de nuestra parte”.
Algo que parece que han aprendido muy bien estos pequeños, dando incluso lecciones de solidaridad a los adultos. Así lo afirmó el alumno Alejandro Sedeño quien aseguró que “para mí significa mucho que se haya elegido este año la AECC por todo lo que ayudan a los enfermos”. O para Carmen González, una pequeña que se emocionó al recordar a su abuela fallecida el pasado mes de diciembre por culpa del cáncer, “es una experiencia que nunca voy a olvidar porque para mí significa mucho haber representado esta asociación. Echo mucho de menos a mi abuela y quisiera que nadie más pasara por lo que pasó ella”, nos contaba.
Una lección de vida que todos deberíamos aprender para ser solidarios y cuidarnos los unos a los otros un poquito más.
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