En Mijas las uvas no son de la ira, como diría el escritor Steinbeck, autor del libro, si no de la alegría, porque se ilumina tu sonrisa y te olvidas de todo cuando visitas en Osunillas una hermosa parra que además de dar frutos da sombra a los habitantes de varias casas. Más de 80 años tiene esta maravilla de la naturaleza, su propietaria es María Sánchez. “Mi hermana era pequeña, que fue la que la sembró, y en ella no se hacen tratamientos, todo es natural”, destaca esta vecina.
No menos impresionante son sus frutos, cargados de vitaminas, estas uvas además ofrecen sombra y bajo ellas los grados de calor son menos y el verano es más suave. En ella hasta las hojas tienen propiedades beneficiosas para la salud. Alimento compartido entre los habitantes de estas casas encaladas y gorriones y tabarros que vienen y pican sin problema porque aquí hay para todos.
“Los gorriones y los tabarros cuando ven que están picadas vienen a comer aquí, hay para todos, porque da muchas uvas y nosotros no podemos comerlas todos los días”, nos cuenta María. Un antiinflamatorio natural que previene la anemia, cuida de nuestro corazón y de nuestra vista.
La parra tiene la misma edad que sus habitantes, creció siendo testigo de los juegos y charlas de los vecinos y, año tras año, colma de alimentos que hoy en día tienen el valor de un diamante. Y es que la naturaleza es tan sabia como sagrada.
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