Una vez más, el hotel caleño El Carmen llena sus paredes de arte. El artista madrileño afincado en Mijas desde hace algo más de un año, Javier Coppel Hidalgo, expone una muestra de cuadros de grandes dimensiones, donde se representan, en un estilo muy particular, algunos de sus lugares favoritos. “Son cuadros de lugares que a mí me gustan, hago una foto panorámica del local y luego le introduzco personajes de todo tipo, amigos, gente famosa, músicos, hasta he puesto a Manolete en un cuadro de una de mis cafeterías preferidas de Madrid, de esas de tipo cócteles, que a mí me gustaba mucho y a la que iba mucho”, explica el artista.

En cuanto al estilo de sus obras, muy coloridas y multitudinarias, el artista explica que además de la mencionada coctelería, también ha pintado un restaurante francés, de la plaza Oriente también de la capital y, en un tercer cuadro, lo que sale es la que era su peluquería de toda la vida, Malditos bastardos, basado en la película de Tarantino. 

 

Su relación con la pintura

Tras exponer en varios lugares de Marbella, el pintor expone ahora en La Cala de Mijas. Su objetivo es acercar el arte a la gente, asegura: “yo por mí hubiera expuesto en la misma calle”, comenta convencido. Javier Coppel Hidalgo nace en Madrid en 1951, siempre se dedicó al tenis, como profesor a nivel nacional, pero sin abandonar nunca la pintura.  Tras vivir en Madrid, “ahora estamos en Mijas Costa desde hace un año, nos hemos establecido aquí definitivamente, porque Madrid está muy bien, pero ya es demasiado Madrid, hay mucha gente y todo está muy lejos”, comenta el artista, quien reconoce que aquí le gusta andar tranquilamente por la playa. 

 

Coppel pinta desde siempre. “Desde niño ya dibujaba”, dice. Se le daba bien dibujar, comenta, “como a mi madre. Y como pintaba las paredes”, rememora, “a los siete años me regalaron para Reyes mi primer cuaderno de dibujo y ahí empezó toda esta historieta”. El artista siempre fue autodidacta y es en el año 2000 cuando decide dedicarle más tiempo a su hobby: “hoy dedicó mi tiempo a pintar y a tocar el bajo”. 

En sus cuadros aparecen más de un centenar de personajes de todo tipo, hasta él mismo y su pareja están retratados. Una muestra, sin duda, muy original, que pueden visitar hasta finales de verano. 

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