Por segundo año consecutivo Natalia Benítez volvía a pisar suelo africano. Su reencuentro con el desierto, con la Titan Desert, ha sido bastante bueno “porque, a pesar de todo, no he obtenido un mal puesto [ha sido 6ª], he podido terminarla que era lo que quería y para mí es un orgullo”, afirmó en Zona Deportiva el pasado martes 15 de mayo.
Al igual que en la edición del año pasado, esta travesía por Marruecos ha constado de seis etapas que se han desarrollado por parajes muy exigentes, pensado más para la orientación que para el rodaje.
“Ha sido mucho más complicado, tenías que forzar mucho la musculatura. Pasamos por muchas zonas pedregosas y muchas dunas”, explicó la mijeña. Los ciclistas completaron, del 29 de abril al 4 de mayo, 680 kilómetros de recorrido. Ha sido la entrega más larga de las siete celebradas hasta hoy.
Benítez, además, desde la segunda etapa (Merzouga-Rissani, de 107 km.) tuvo que competir con una inoportuna lesión. Una microrrotura en el gemelo y en el tendón del pie. “Esa etapa la terminé. Pero en la tercera, que era de maratón, lo pasé bastante mal porque no podía pedalear y no tenía muy buenas sensaciones”, afirmó.
Afortunadamente, los médicos de la organización pudieron auxiliarla y pudo terminar la competición con la ayuda de antiinflamatorios que mitigaron los dolores que le impedían realizar grandes esfuerzos.
Pero, sin duda, uno de los mejores momentos de Natalia sobre el sillín fue cuando concluyó la última etapa en tercer lugar de su categoría (Élite Femenina). “Me encontraba mejor de mi lesión, cogí un grupo de cabeza bastante bueno y lo di todo”.
Entre los próximos retos de la ciclista del Motorista Trek están el Campeonato de Andalucía y España de Maratón o el regional de carretera.
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