Millones de personas en todo el mundo practican este arte marcial debido a los múltiples beneficios que ofrece, tanto a nivel corporal como mental. En Mijas, cada vez son más los que se enfundan el kimono y se hacen con las cañas, los palos y las espadas para seguir sus movimientos, unos pasos que este viernes, desde el pasaje San Valentín de Las Lagunas, hemos podido ver gracias a los alumnos de esta disciplina de la Universidad Popular (UP). “Estamos encantados de poder hacer esta pequeña exhibición y animar así a la gente a que realice esta actividad física, que genera muchos beneficios de salud, sobre todo articulares, por lo que es muy recomendable para personas que tengan problemas de reuma o este tipo de enfermedades porque viene muy bien”, manifestó el concejal de la Universidad Popular del Ayuntamiento de Mijas, Hipólito Zapico (PSOE).
Estos beneficios, aseguran, se hacen evidentes en poco tiempo, pues aunque se trata de un ejercicio que se realiza lentamente y de forma suave, con él se pueden trabajar todos los músculos del cuerpo, la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio. Así nos lo confirma la profesora de la UP Rosa Martín, quien apunta que el “taichí no solo es mover el cuerpo, es respirar, tomar conciencia de ti, cuidarte a nivel anímico, a nivel mental, tu coordinación, concentración, aprendes a meditar y, además, es divertido, te lo pasas bien, así que es fantástico que la gente participe”
Y tanto que participa. Los talleres de taichí son los más numerosos de la Universidad Popular de Mijas. Sus clases cuentan con 325 alumnos, incluídos los mayores, los más activos en esta disciplina, que suman más de 100, como Santiago Trella, que empezó a practicarlo hace cuatro años y “desde que estoy practicando taichí dos veces por semana, me encuentro muy bien, coordino mejor los movimientos, es un ejercicio que recomiendo a todo el mundo, da igual la edad que tengas”.
Fundamentos del taichí
Hace 17 años que empezaron a impartirse estas clases en las que se combinan de forma armónica los tres fundamentos en los que se sustenta el taichí: el movimiento corporal, la concentración mental y una respiración consciente, haciendo que las sesiones resulten, dicen, especiales. “El taichí es como magia, cuando la gente no lo conoce y lo vé y lo sientes en el cuerpo, todo cambia, por eso hacemos esta exhibición en el Día Mundial del Taichí, para darlo a conocer, porque cuando tú notas el efecto que te hace, sales de clase cambiado, entonces, ¿qué ocurre? Pues que vuelves otra vez”, destaca Martín.
Por eso las clases de taichí de la Universidad Popular siguen creciendo. A día de hoy, se dan en los tres núcleos y no solo en las instalaciones municipales sino también en los patios de algunos centros educativos. También se cuelan en la parrilla de esta casa de Mijas 3.40 TV, con un programa que surgió a raíz de la pandemia para que los mayores pudieran seguir practicándolo en casa. Está claro que esto engancha.
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