Como cada año, Mijas celebra mañana día 3 de febrero la festividad de San Blas. Es tradición que las panaderías del municipio elaboren estos días rosquillas de pan que, si son bendecidas mañana, se convierten, dicen, en milagrosas. Curan, aseguran, los males de garganta. “Los vecinos suelen venir a por las rosquillas entre hoy y mañana para llevarlas al santo y al cura, para que se las bendiga. Es una tradición bonita, la verdad”, resaltó Francisco González, de la Panadería de María Quero de Mijas, donde cada año se mantiene viva esta costumbre. 

San Blas de Sebaste, más conocido como el santo de las gargantas, fue famoso por las curaciones que practicaba. En la tradición del santo, se oficia una misa en su honor y se bendicen las rosquillas de pan. Esta costumbre tuvo su origen cuando San Blas salvó la vida de un niño que se ahogaba con una espina de pescado que se le había clavado en la garganta dándole pan. Y, aquí en Mijas, además de curar los males de garganta, las rosquillas también se cuelgan detrás de las puertas de las casas para que estén protegidas durante todo el año. “Así es. En mi casa, por estas fechas, siempre hay alguna rosquilla colgada en la puerta”, asegura González. 

La costumbre de celebrar San Blas no es igual en todas partes. Pero, sea como sea, “nosotros creemos que es importante seguir las tradiciones, independientemente de cualquier otra cosa, porque si no se hacen se pierden. Y los vecinos demandan estas rosquillas y también la gente que llega nueva se interesa por esta tradición. Así que es una forma de continuar con lo que se hacía antiguamente”, añade el panadero.

 

Misa en honor a San Blas  

Tradicionalmente la misa en honor a San Blas se celebraba en nuestro municipio en la ermita de San Antón, en Osunillas. Pero, debido a la pandemia, la última vez que se celebró allí fue en 2020. Este año, el oficio religioso se hará, por tanto, mañana en la Parroquia de la Inmaculada, a las 18 horas, para garantizar la distancia entre personas. Eso sí, los vecinos que quieran que el párroco Francisco Villasclaras le bendiga una rosquilla, tendrá que traerla desde casa. 

En definitiva, sean para consumir o para utilizarlas como amuleto, lo importante es hacerse con unas rosquillas de San Blas para que no se pierdan estas sanas costumbres. 

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